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Vuelve ARCO, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo que cada año se realiza en Madrid, España, y que este año celebra su 33 edición con Finlandia como país invitado. Pero en esta ocasión aunque regresa igual que el año pasado, en medio de una grave crisis económica en el país, lo hace con una esperanza y con una novedad.

La esperanza es que los tímidos brotes verdes que se ven en la economía también se reflejen en las ventas. Y con la bajada del IVA como novedad. Mientras la edición pasada el IVA subió de 18% a 21% pese a las protestas de galeristas y artistas, hace unas semanas y de manera sorpresiva el gobierno que preside Mariano Rajoy anunció una bajada del IVA. O una "no bajada del IVA", como se quejan los galeristas, ya que la bajada es parcial y sólo afecta a la primera transacción. Es decir, la del artista al galerista, que pasa a 10% en vez de 21%.

Pero esto no afectará al galerista ni al comprador final que deberán seguir pagando 21% del precio, frente a 5% y 7% que se tributa en Francia o Alemania, por ejemplo.

Así que con un IVA reducido para algunos y grandes esperanzas de vender de todos, hasta el domingo y tras pagar los 40 euros que cuesta la entrada, todo aquel que lo desee podrá visitar 219 galerías procedentes de 23 países, entre ellas México, en las que se exhiben pinturas, esculturas, fotografías y grabados de todos los tamaños, géneros y bolsillos. Desde el célebre Compotier, bouteille et verre, de Pablo Picasso valorado en 1,7 millones de dólares, hasta una escultura de Cristina Iglesias de 200 mil euros, pasando por fotografías de Robert Mapplethope, con precios que van desde 15 mil hasta una copia única de 180 mil euros.

La huella de los mexicanos

De México una vez más y como ha venido sucediendo en los últimos años sólo hay tres galerías, aunque sí hay un gran número de obras de artistas mexicanos.

En 2005 el "país invitado" fue Iberoamérica dando a entender por los organizadores que toda Iberoamérica era un país. La directora de la feria era Rosina Gómez, España vivía un boom económico, y en ARCO se vendía y mucho.

Desde entonces y con los sucesivos directores la presencia de galerías mexicanas fue disminuyendo hasta casi desaparecer. Demasiado caro el viaje a Madrid, la estancia y el precio del stand, se quejaban los galeristas mexicanos cuando en la prestigiosa Art Basel (Miami) podían vender más y el viaje resultaba más barato.

En esta edición llama la atención el hecho de que en la sección "Solo Projects", con la curaduría entre otras de Magali Arriola, curadora jefe de la Fundación Jumex, de los 21 proyectos individuales que la conforman, 13 son de Latinoamérica. Pero sólo hay uno de un mexicano: Proyecto Paralelo con una instalación de Santiago Borja, frente a cinco proyectos de Buenos Aires (Argentina) y cuatro de Lima (Perú).

Precisamente este último país viene con varias artistas jóvenes limeñas pisando fuerte como Elena Damiani, nacida hace 34 años pero residente en Londres y Andrea Cánapea, quien junto al mexicano Héctor Zamora ganó el premio Arco de la Comunidad de Madrid para Jóvenes Artistas menores de 40 años. Ella por una serie de dibujos sobre papel y objeto titulada La gloria perdida, y él por su instalación de video titulada Inconstancia Material.

En cuanto a Santiago Borja, viaja con su proyecto Sitio que realizó en la Villa Savoye del famoso arquitecto Le Courbusier en Poissy, Francia en 2011. "Invité a unos palaperos yucatecos a construir una palapa afuera de la villa Saboya para hacer una confrontación de estructuras en los dos edificios para resurgir el lado primitivo de esta de arquitectura moderna", relata a EL UNIVERSAL frente a su obra.

Pero pese a la escasez de galerías mexicanas son muchos los artistas mexicanos que están presentes en ARCO. La galeria española Luis Adelantado presenta la obra de Bayrol Jiménez, Marcos Castro, Félix Luna y Rodrigo Castro.

"En México siempre ha habido una gran expresividad en los artistas y el arte de ese país siempre ha gustado mucho a los coleccionistas privados y a las fundaciones y museos españoles", asegura a EL UNIVERSAL la directora de la galería, Olga Adelantado.

"Su intención al crear no es localista sino internacional, y partiendo de la experiencia propia y teniendo en cuenta que muchos de ellos han vivido fuera de México, no dejan de plasmar sus raíces", añade.

Adelantado explica que todos los artistas mexicanos representados en su galería tienen algo en común además de ser emergentes. "Utilizan el papel como medio para expresarse por la inmediatez que les provoca el dibujo, y todos ellos en sus obras mantienen una relación directa con su autobiografía pero también con su país".

De los cuatro artistas asegura que tanto Marcos Castro como Bayrol Jiménez tienen mucho éxito entre los compradores tanto en el caso de coleccionistas privados como de museos "y cada año vendemos algunas piezas suyas porque los compradores los conocen y vienen por ellos directamente", añade frente a una espectacular obra de Bayrol realizada en tinta sobre papel que representa cuatro cabezas cortadas una sobre otra con una calavera encima del todo.

Bien recibido, el arte nacional

También Javier Aparicio de la galería Travesía Cuatro, con sede en Madrid pero que acaba de abrir una sucursal en Guadalajara (México), dice que el arte de los mexicanos está en auge y que ARCO es una feria en la que son muy bien recibidos. Sobre esta edición de ARCO asegura que las expectativas son altas, sobre todo tras asistir a la última edición de la feria Art Basel en Miami, Estados Unidos, en diciembre pasado, en la que vendió varias fotografías de una serie de José Dávila y varios dibujos sobre papel de Jorge Méndez Blake representando las humaredas de los libros al quemarse y que forma parte de un proyecto que se llama 451 grados farenheit, que viene de la novela de Raid Bradbury que presentaron en Miami.

En la galería suiza de Peter Kilchmann se puede ver un telar de Teresa Margolles realizado por indígenas de Panamá; dos óleos relativos sobre la inmigración del artista belga residente en México Francis Alÿs; y varias piezas de Tercerunquinto. En la galería Steve Turner hay piezas de cristales rotos reparados con filtros fotográficos creando un espejo y luz fluorescente de Pablo Rasgado; mientras en la galería de Gustavo Arróniz se exponen obras de Omar Barquet, y de Mathias Goeritz, Jan Hendrix, nacido en Holanda pero residente en México, Jonathan Hernández y Laureana Toledo en La Caja Negra.