Censuran libro erótico de Apollinaire en Turquía
¿Literatura o pornografía? Esta pregunta pesa desde hace cuatro años sobre la versión turca de Las hazañas de un joven Don Juan, obra del escritor francés Apollinaire, y fue zanjada hoy por el Tribunal Supremo, que ha anulado una decisión anterior según la cual el libro es todo un clásico literario.
La sentencia del Supremo puede significar cárcel par el editor turco del libro y el traductor, ya que la difusión de obras pornográficas fuera de los circuitos previstos está penalizada en Turquía.
La prohibición no se aplica a obras científicas o artísticas, por lo que es esencial determinar si la obra de Apollinaire, publicada en 1911 en Francia, se debe considerar parte de la literatura mundial o no.
"Hemos ganado en las instancias judiciales anteriores, pero ahora el Supremo ha anulado la sentencia y devuelve el caso al tribunal anterior, por lo que debemos volver al banquillo", confirmó en conversación telefónica una portavoz de Sel, la editorial que difunde el libro.
Al editor, Irfan Sanci, le pueden condenar a hasta nueve años de cárcel, y al traductor, Resit Imrahor, hasta seis, si una sentencia acaba tipificando el libro como "pornográfico".
El Supremo considera que la obra intenta "explotar el deseo sexual y agredir la modestia de la sociedad" mediante "un lenguaje vulgar y simple", por lo que no puede considerarse arte, según recoge el diario turco Hürriyet Daily News.
Para ejercer la libertad de expresión "hay que moverse con sentido de la responsabilidad, y las libertades pueden ser limitadas y ser sujetas a normas para prevenir desórdenes y preservar la moral y la salud general de la sociedad", determina la sentencia.
El proceso empezó en 2009, y se dirigió también contra otros libros de una serie de literatura erótica lanzada en aquel año por Sel, que incluía también el Kamasutra y la obra Coños, del escritor español Juan Manuel de Prada, así como un texto otomano.
La decisión del Supremo no equivale a una prohibición del libro, y las obras de la serie, incluido Apollinaire, se venden de momento libremente en las librerías turcas, destacó la portavoz de la editorial Sel.
Irfan Sanci, quien obtuvo en 2010 el Premio Especial de la Asociación Internacional de Editores (IPA) , un organismo con sede en Ginebra, ha defendido en el pasado su decisión de lanzar esta serie de clásicos eróticos, señalando que no hacía más que mantener viva una tradición turca.
"En el siglo XVII y XVIII, hubo literatura otomana erótica en Anatolia. Es más: si difundiéramos aquellos textos hoy, podríamos esperar ataques violentos, porque son bastante más explícitos que los libros que publicamos", ha señalado el editor.
sc