En el libro "Silvestre Revueltas en Escena y en Pantalla. La música de Silvestre Revueltas para el cine y la escena", el investigador Eduardo Contreras documentó nueve películas y cinco producciones escénicas musicalizadas por el destacado compositor mexicano.

Durante la presentación del volumen en el Museo Nacional de Antropología, en la que participaron la investigadora Luisa Villar, el cineasta Juan Antonio de la Riva y el crítico de teatro Rodolfo Obregón, Contreras Soto destacó la colaboración de Silvestre Revueltas con personalidades como la coreógrafa Gloria Campobello y los directores de cine Chano Ureta y Fernando de Fuentes.

Fue una investigación que implicó 10 años de trabajo para el también dramaturgo y director de teatro, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), mediante un comunicado.

El también autor de la biografía titulada "Silvestre Revueltas. Baile, duelo y son" (2000), indicó que su interés por abordar esta faceta del compositor duranguense se sustenta en la pasión que siente por la dramaturgia, aunado a que fue el único músico que se acercó a otras disciplinas.

Para realizar esta investigación, Contreras Soto recorrió parte de Estados Unidos y Europa, donde consultó archivos y partituras originales de las obras utilizadas en películas como "Redes" y "Vámonos con Pancho Villa" , así como en escena en "El renacuajo paseador".

Para el investigador del Centro Nacional de Documentación e Información de la Música (Cenidim) , "el volumen concentra todo aquello escrito de manera consciente por Revueltas para los productores de su tiempo".

El director de cine, Juan Antonio de la Riva, afirmó que el libro editado por el Cenidim es una rica descripción de una época, en la que el compositor creó algunas de sus más celebradas obras para el cine y los escenarios.

Subrayó que los años previos a la consolidación de la industria cinematográfica representaron una etapa de búsqueda creativa, que condujo a películas notables como "Redes", "La mujer del puerto", "El compadre Mendoza" y "Vámonos con Pancho Villa".

"La riqueza temática y formal fue resultado de la efervescencia cultural que se suspendió con el éxito continental de ´Allá en el rancho grande´, en 1936, y con la cual se inició la etapa industrial del cine mexicano. La taquilla arrasó con las posibilidades de un cine de verdad muy rico", indicó.

En tanto, el crítico de teatro Rodolfo Obregón opinó que la música mejor lograda fue la que hizo para la obra de teatro guiñol "El renacuajo paseador", que formó parte de una cruzada de la educación en la que participaron Lola y Germán Cueto, precursores del teatro de títeres de México.

Finalmente, la especialista en musicología Luisa Villar consideró que se trata de un ejemplar "detallista, responsable y ameno en la que el autor aporta las decisiones estéticas que tomó Revueltas al componer para el séptimo arte y para el teatro".

Silvestre Revueltas (1899-1940) también musicalizó los filmes "Janitzio", "Camino", "La bestia negra", "El Indio", "El signo de la muerte", "La noche de los mayas" y "Los de abajo", y para escena escribió la música para "La coronela", "Umpa Yapa", "Troca" y "Los caballeros".

rqm