Sergio Pitol no cabía de gozo, elegantemente vestido ocupando la primera fila de la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, escuchaba las palabras que amigos y lectores que lo admiran, como Álvaro Enrigue, Ana García Bergua y Phillipe Olle-Laprune, externaban sobre su trayectoria errante y multicultural, su literatura genial y su figura inigualable.

Anoche, durante el Homenaje por sus 80 años, organizado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la Universidad Veracruzana, Sergio Pitol atestiguó el cariño de los escritores más jóvenes a quienes ha marcado con su literatura.

Allí, Álvaro Enrigue dijo que Sergio Pitol representó para él, para su generación y para las nuevas generaciones, una ruta de ingreso distinta a los antiguos prestigios de la literatura mexicana.

"La literatura mexicana era una literatura cuyos prestigios se medían en cantidad de páginas, en poderío comercial de las ediciones que se presentaban, en apego a la tradición a las grandes novelas, la literatura mexicana que yo crecí leyendo y que creía que era la que uno debería escribir aspiraba a ser total, era una literatura en la que los grupos eran muy prestigiosos, todavía se creía un poco vanguardista, que estaba todavía en el cha cha cha del boom", señaló.

Ana García Bergua afirmó que leer los libros de Sergio Pitol es para cualquiera un ejercicio de deslumbramiento ante su naturalidad para pasear por una cultura tan vasta como inusitada y entregar relatos siempre sorprendentes que renuevan la narrativa.

"Sergio Pitol es capaz de crear unos personajes cuya oscuridad viene de otro lado pero al combinarla con algunos matices del ser mexicano alcanzan un grado siniestro que revela mucho de nosotros. En efecto, Sergio ha encontrado la correspondencia entre los vericuetos del alma aislada, las intensidades de la literatura sajona y la pasión misterio por la muerte que anida en los mexicanos, una mezcla de orgullo, vergüenza, amor y deseo retorcido, por esos sus personajes son inolvidables", dijo García Bergua.

Por su parte, Phillipe Ollé-Laprune aseguró que Sergio Pitol reinventa su literatura con el arte de la fuga y luego la profundiza en las novelas siguientes. "podemos releer sus textos narrativos anteriores y redescubrirlos a la luz de este nuevo Pitol que despuntaba ya en el Pitol más joven. La vida y la obra del Mago de Xalapa se ubican bajo el sino del movimiento, del cambio, del viaje como errancia por el mundo y por las palabras".

sc