Rigo es amor... y también literatura
EN 1978. El famoso cantante Rigo Tovar junto al conjunto Costa Azul. (Foto: IMAGEN TOMADA DEL LIBRO RIGO ES AMOR. UNA ROCOLA A DIECISÉIS VOCES )
yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
"Juan Gabriel es un personaje y un tremendo compositor, músico e intérprete; si uno escucha el popurrí de Bellas Artes o cualquier disco, dices: ¡No mames, si es un portento! ¡Está muy cañón!", afirma el poeta Luis Felipe Fabre; "Rigo Tovar tiene todas las características del ídolo: sube, cae, vive la tragedia, el drama", señala la escritora Cristina Rivera Garza; "Las letras de las canciones de José José atraen porque son historias de amor y desamor, de pasiones desbordadas, abandonos, celos, sexo", señala la editora Delia Juárez.
Estos tres apasionados de la música popular encontraron a otros cómplices que terminaban sus veladas cantando a todo pulmón las melodías de sus ídolos, o cerraban sus encuentros en fondas y cantinas depositando 10 pesos en una rocola para escuchar al bien amado cantante que traían metido en las venas como una especie de ADN.
También pensaron que no había fronteras entre la cultura popular y la llamada "alta cultura" y les dio por idear un libro donde escritores y poetas establecían contacto con algunos grandes de la canción.
Así nacieron tres libros que han aparecido hace menos de tres años: Y sin embargo yo te amaba (Cal y Arena, 2009), coordinado por Delia Juárez, en el que 12 escritores interpretan a José José; un año después, Luis Felipe Fabre, junto con Inti García Santamaría y Karen Plata, idearon Querido.
Homenaje a Juan Gabriel (Mantarraya Ediciones, 2010), donde 22 poetas se dieron a la tarea de elegir un tema del cantautor para convertirlo en poema; y este año nació Rigo es amor (Tusquets, 2013), un compilado de 16 voces de escritores mexicanos que crearon textos inspirados en El Sirenito, coordinados por Cristina Rivera Garza.
¿Confluencia de cultura popular con escritores de la "alta cultura" o escritores que reconocen su vena popular?, ¿Moda o conciencia de que la cultura es una, y que no hay alta y baja cultura? Para los coordinadores de estos tres atractivos proyectos se trata de hacer confluir lo que durante todo el siglo XIX y el siglo XX ha estado separado.
Luis Felipe Fabre dice que durante el siglo XIX había un interés por lo popular por parte de los escritores y los cronistas, había crónicas y poemas que incorporaban el habla popular, pero a partir del siglo XX hubo un afán por impulsar la cultura universal y más aun desde la literatura.
"Si uno se pone a ver el proyecto de Vasconcelos, que no es malo, tiene la idea de que los clásicos deben ser leídos por los mexicanos, surgen Sepan Cuantos y otro tipo de proyectos que tienen que ver con la idea alfabetizadora, como proyecto cultural; ahí se separa, porque mientras en México se estaba luchando porque la ‘alta cultura' llegará al pueblo, en otros lugares se estaba intentando abolir las diferencias entre una ‘cultura popular' y una ‘alta cultura'", afirma el poeta.
De acuerdo con Cristina Rivera Garza existe en todo esto un recorrido de ida y de vuelta, un proceso que forma parte de "nuestro esqueleto cultural y emocional".
La escritora asegura que proyectos literarios desde la cultura popular son un aspecto relevante de la producción cultural contemporánea. "Esto es de lo que he hablado en mi último libro, de apropiar y desapropiar los conceptos y de cómo nos explicamos la realidad cotidiana; hay una riqueza enorme en la cultura popular, hay caminos de ida y caminos de vuelta, hay un riqueza, una cuestión lúdica y una complicidad con los escritores y con los miles de fans que han escuchado y han sabido decirse con la música y las letras de Rigo Tovar".
Delia Juárez, editora de Cal y Arena, comenta que cantantes como José José -ahí entran también Juan Gabriel y Rigo Tovar- son parte de la cultura. "Nada de esto es ajeno a la literatura. Los compositores, principalmente Rafael Pérez Botija, en ese entonces escribían canciones con una o muchas historias dentro de ellas. Y la voz de José José y sus inflexiones hacen que ninguna se parezca a otra. Por otra parte, sus canciones también evocan un México que ya no es el mismo, el de las cantinas con tríos, por ejemplo".
Escritores y poetas se han hecho cómplices inmediatos: Ana Clavel, Guillermo Fadanelli, Ana García Bergua, Luis Miguel Aguilar, Roberto Pliego, Eduardo Antonio Parra y Rafael Pérez Gay cantaron a José José; Iván Ortega López, Pablo Soler, Juan Carlos Bautista, Gabriel Plata y Luis Felipe Fabre, entre muchos más, reinterpretaron "Déjame Vivir", "El noa, noa", "Yo no nací para amar" o "No me vuelvo a enamorar", de Juan Gabriel.
Mientras que algunos más, como Élmer Mendoza, Yuri Herrera, Susana Iglesias y Eduardo de Gortari, entre otros, remasterizaron covers de Rigo Tovar, quien nació en Matamoros, Tamaulipas, ciudad a la que levantaría en alto con sus temas. El cantante murió en el DF el 27 de marzo de 2005 debido a un paro cardiorrespiratorio y luego de sufrir diversas enfermedades y escándalos familiares que le afectaron.
La compilación de los textos es realmente una reapropiación de la cultura popular que está en el corazón y las venas de cualquier mexicano y de los escritores que mientras leen a Borges o a Shakespeare escuchan a Los Ángeles Azules, José José, Juan Gabriel o Rigo Tovar, que escuchan los vecinos. "A lo largo de los años he ido reconocimiento una especie de ADN emocional, cómo lleva uno en una memoria muy personal muchas canciones populares", dice Rivera Garza.
Con esa certeza, los tres coordinadores comenzaron a invitar a diversos escritores y poetas para sumarse a hacer covers de ídolos populares y nacieron tres libros que se pueden leer y cantar, tres proyectos singulares que rinden homenaje a tres cantantes que forman parte de la educación sentimental de cada uno de los mexicanos.
Todos desmienten que se trate de una moda. "Me gustaría más pensar que se trata de un interés común por recobrar y trabajar muy de cerca con el lenguaje de la cultura entendida de la manera más amplia", afirma Cristina Rivera Garza.
"Gente como Carlos Monsiváis y muchos otros han jugado a abolir estas fronteras que me parecen más racistas que clasistas. Creo que en las nuevas generaciones esas dicotomías absurdas no están", señala por su parte Luis Felipe Fabre.
La editora Delia Juárez concluye al ritmo de "El Triste" y "Volcán": "Estas antologías responden a los encuentros entre cultura popular y la llamada ‘alta cultura', pero no es de ahora. Tenemos el caso de las crónicas del escritor puertorriqueño Luis Rafael Sánchez sobre un boxeador, el ‘Macho Camacho' (La huaracha del Macho Camacho), y de Ricardo Garibay sobre ‘El Púas' (Las glorias del Gran Púas)".