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"Sacarse un premio siempre te cambia la vida, por lo menos durante los dos primeros días en que has sabido que te lo ganaste; después a lo mejor todo vuelve a ser como antes", declaró Elena Poniatowska, quien en medio del revuelo por el Premio Cervantes que ayer le fue otorgado, presentó esta noche en la Alianza Francesa de Polanco su libro Jardín de Francia.

Ahí, frente a un público mayoritariamente francohablante, la escritora y periodista habló de su amor por su natal Francia, de su llegada a México cuando tenía 10 años y compartió sus conversaciones con algunos de los personajes que han marcado la vida cultural en Francia durante los últimos 50 años.

Esas conversaciones, donde desfilan nombres de personajes como Edith Piaf, del dramaturgo y escritor Eugène Ionesco, del novelista André Malraux y muchos otros, se encuentran reunidos en ese libro editado por el Fondo de Cultura Económica. Son entrevistas y textos escritos por la autora a partir de 1953.

Ahí, la escritora también reproduce una carta que Claude Debussy envío a su abuelo André Poniatowski, en dónde el compositor comparte su apreciación sobre la música.

Tras una hora de diálogo con Philippe Palade, director general de la Alianza Francesa de México, Poniatowska respondió las preguntas del público, sobre su infancia, sobre su acercamiento al periodismo y a la literatura.

"Escribir bien o mal no es tan importante como la constancia, hay que volver a la escritura todos los días y reescribir. Lo que uno hace hay que cultivarlo, igual que un bailarín si no baila todos los días pierde toda su agilidad. En el caso de la escritura, hay que escribir y escribir", dijo.

Al final de la charla, la autora de La noche de Tlatelolco y Leonora comentó que próximamente se le erigirá una estatua en el Jardín de los Periodistas Ilustres, ubicado en la delegación Venustiano Carranza.

La escultura de Poniatowska estará junto a la de varios de sus colegas, como Miguel Ángel Granados Chapa.

jlc