Norman Braman, apasionado coleccionista
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Norman Braman es uno de los hombres más ricos del mundo, según la revista Forbes. Un hombre con interés especial en el futbol americano, pero una pasión lo ha convertido en uno de los poseedores de las mejores colecciones de arte del mundo, la mayoría de las obras que ha adquirido están en su casa, desde el jardín principal hasta la cocina.
La puerta de su mansión, en una isla privada de Miami Beach, en donde, según un chofer que transportar a la prensa internacional en autos BMW -por invitación de la propia marca alemana-, están los domicilios de las celebridades, es abierta por Irma Braman, esposa del gran coleccionista.
Irma Braman recibe a la prensa con gestos generosos. Detrás de ella, a paso lento, se acerca Norman. "Soy su esposo", dice. "¿Es él, verdad?", pregunta una reportera incrédula. "Sí, es él".
En los jardines con vista al mar y a botes de lujo, hay esculturas por doquier. Entre ellas, de uno de los artistas favoritos de la pareja, David Smith. En la sala dos obras resaltan, un Picasso y un Basquiat. En el resto de la casa predominan los Picasso.
En la parte alta, compartiendo muros con la habitación principal está una galería en donde habitan obras de artistas tan diversos en técnicas, nacionalidades y periodos, cuyo común denominador es que son algunos de los más cotizados en el mercado, como Andy Warhol y Damien Hirst.
"Ya no presto las obras a los museos, es muy complicado", asegura Braman, uno de los fundadores más importantes de Art Basel Miami.