En el concurso de fotografía "México sin hambre", convocado en abril pasado por la Secretaría de Desarrollo Social, con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), participaron 456 personas con un total de mil 507 imágenes.

En la ceremonia que se llevó a cabo hoy en el Aula Magna del Centro Nacional de las Artes (Cenart), Rafael Tovar y de Teresa, presidente de Conaculta, destacó que es importante "vincular la tarea social a la creatividad" para "generar conciencia sobre uno de los grandes problemas que tenemos en el país".

"Estoy seguro de que a través de una convocatoria al talento podemos reunir a grandes creadores que nos ayuden a poner en sintonía la realidad nacional, no sólo en palabras sino también en imágenes que es, lo que en esta ocasión, le ha dado una gran fuerza", dijo Tovar y de Teresa.

Al término de la ceremonia, entrevistado por los medios de comunicación, Tovar y de Teresa dijo que el Conaculta prepara dos programas "que tienen que ver con la dimensión social de la cultura", que se llamarán "Cultura solidaria" y "Cultura para la armonía", aunque no dio ofreció más detalles.

"Esto formará parte de una colaboración con la Secretaría de Desarrollo Social con el objeto de poder vincular con dos de los programas prioritarios del presidente (Enrique Peña Nieto), que son la cruzada contra el hambre y la prevención del delito", apuntó.

El trabajo ganador fue de la sinaloense Cutzi Itzé Salgado García por "Pepenadora", retrato de una mujer con el oficio de hurgar en la basura.

El segundo lugar fue para José Guadalupe García Guerrero, de Guanajuato, por "Una para todos" que muestra a cinco niños que viven en extrema pobreza, y el tecer lugar lo obtuvo Arturo Albarrán, de Jalisco, por "Portal", imagen que retrata a una adolescente con un bebé sobre su espalda.

Además, se premió a los ganadores de "En corto contra el hambre" que recibió 43 trabajos de 70 participantes. El primer lugar fue para Monserrat Vázquez, del DF, por "Centra de abastos", cortometraje que narra cómo decenas de personas acuden a los basureros en busca del alimento que tiran los comerciantes por su grado de descomposición.

rqm