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Ofrendas revelan concepción mexica del cosmos

Agencia EL UNIVERSAL| El Universal
17:11MÉXICO | Martes 06 de agosto de 2013
Estudio de tres sahumadores prehispánicos, hallados en la escalinata del Templo Mayor, revela que éstos representan los tres niveles del universo según los pobladores de Tenochtitlan

De acuerdo al estudio de ofrendas -tres sahumadores prehispánicos-, encontrados al frente de la escalinata de lo que fue el Templo Mayor de Tenochtitlan, dan cuenta del cosmos que concebían los mexicas y sirven para representar los tres niveles del universo: bóveda celeste, tierra e inframundo.

Al estudiar los tres sahumadores prehispánicos así como otros materiales de tipo botánico que integraban el par de ofrendas, se cree además que fueron depositadas para consagrar la construcción del Templo Mayor, destaca un comunicado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Tales ofrendas fueron localizadas en un espacio correspondiente al "eje central" de la edificación, hallados por arqueólogos del INAH, el año pasado, como parte de la séptima temporada de excavaciones del Proyecto Templo Mayor, dirigido por el arqueólogo Leonardo López Luján.

Según Diego Matadamas e Israel Elizalde, arqueólogos responsables de la excavación del par de ofrendas -denominadas 145 y 146- en el predio Mayorazgo de Nava Chávez, el "eje central" era la línea imaginaria que dividía el Recinto Sagrado de Tenochtitlan en dos partes y pasaba justo en medio del Templo Mayor, entre los adoratorios de Huitzilopochtli (dios de la guerra) y Tláloc (dios de la lluvia) , mismo que los tenochcas utilizaban para establecer la dualidad en elementos arquitectónicos y rituales.

Dicha línea también era utilizada por otras poblaciones mesoamericanas, por ejemplo, tal simetría es apreciable en los templos mayores de las zonas arqueológicas de Tenayuca, Estado de México, y Tlatelolco, Ciudad de México, agregó Matadamas.

En tanto, Elizalde explicó que "el 'eje central' era el espacio donde convergían los tres niveles del universo: bóveda celeste, tierra e inframundo, por lo que consideran que los tres sahumadores -de alrededor de 70 centímetros de largo- que integran la Ofrenda 145, fueron depositados precisamente en ese sector para representar los tres planos del cosmos".

Ambas ofrendas fueron descubiertas de enero a abril de 2012. Primero fue la 146, hallada al nivel de la etapa constructiva IVb de Templo Mayor (1469-1481 d.C.).

"Asimismo, encontramos el relieve de un águila hecha en basalto -de 73.5 cm de largo, 63 de ancho y 20 de espesor- cuya figura está de perfil y en la terminación de lo que serían las alas hay representaciones de cuchillos de pedernal; ésta si bien no formaba parte de la ofrenda en sí misma, fungía como indicador de su existencia", expresó Matadamas.

El investigador del INAH indicó que el águila entre los mexicas era considerado un animal solar, "era el símbolo por excelencia del Sol y de Huitzilopochtli, y en este caso al tener las plumas rematadas con cuchillos de pedernal, hace alusión a los guerreros".

"Por debajo de la Ofrenda 146 -agregó el arqueólogo Matadamas- se localizó un relleno constructivo de tierra que cubría la ofrenda 145, correspondiente a la etapa constructiva IVa (1440-1469 d.C.), conformada por los tres sahumadores (llamados en náhuatl tlémaitl, que significa 'mano de fuego') cuyas cazoletas estaban boca arriba con dirección al Templo Mayor".

Si bien las piezas se encontraron fragmentadas debido a la presión del sedimento, estaban todas las partes. Dos de ellas poseen restos de policromía blanca en el mango y naranja debajo de la cazoleta; asimismo, en el sahumador sin pigmentación se hallaron restos de alguna resina, probablemente copal, que por lo general era la que se quemaba en estos recipientes de cerámica.

"Fray Bernardino de Sahagún -comentó Israel Elizalde Méndez- narra en 'Los Primeros Memoriales' la manera en que eran utilizados los sahumadores por la población mexica. En su relato dice que estos materiales eran sujetos por los individuos con una mano, y con la otra sacaban de sus bolsas el copal que depositaban en el interior de las cazoletas, mismo que quemaban para producir humo blanco aromático".

 

rqm



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