La sensibilidad, polémica y técnica de Manel Pujol
"La pintura es mi forma de vivir, vivo para la pintura", señala el artista español Manel Pujol, quien tras hacer una breve pausa, suaviza la voz y sonríe: "México me reinventó como artista y como persona".
Comienza cauto, analiza, observa, pero poco a poco abre cada una de las cerraduras de su casa, y dentro de cada habitación, toda una historia pintada de color. Decenas de cuadros que parecen hablar y describir cada uno de los pasajes de la vida de Pujol.
Reconoce estar un tanto agotado de las preguntas "de siempre". De ese pasado que lo liga a "los tres monstruos" que para él sentaron bases de lo que es hoy como artista: Picasso, Dalí y Miró.
Sabe que ellos formaron parte de su vida, de lo que él es como persona, también está consciente que esa cercanía y aprecio a los tres grandes le han significado cuestionamientos y procesos; más de nuevo alza la voz y sin dudar señala: "Para mí lo importante es que puedo mirarte a los ojos".
"Uno nunca se desprende, con el tiempo si tú eres artista lo que tienes es una visión personal, una escritura personal, y para conseguir eso hay que pasar por las escuelas, yo creo en las escuelas y por eso creo que no hay que quemar ningún libro, si acaso si un libro no te gusta entonces hay que volver a escribirlo".
"Y la suerte es de los tres; Picasso sería la ética política y la honradez, Miró sería un hombre responsable, coherente, correcto, un poco papá, donde me enseñó muchas cosas, y Dalí fue trabajo".
Camina por los pasillos de su hogar, desempolva cuadros que de manera voluntaria quiere compartir, algunos son obsequio de otros artistas, otros son obras que hizo para contemplar en su intimidad, y aun así las comparte.
Pujol Baladas comienza a la introspección, se pierde poco a poco, incluso en algunos momentos su mirada se torna vidriosa. Cada palabra, cada frase, cada obra que se da tiempo de compartir, le remiten a su vida misma, que a veces no se ha dado tiempo de analizar.
"La pintura, es un estado, es una manera de afrontar la vida, comunicarse con el resto, pienso que, por ejemplo, en la música el compositor se comunica primero consigo mismo, expresa lo que siente y después esto lo hace que sea un arma, un argumento de comunicación con el resto de la humanidad, así en la pintura, es un estado, es una manera de vivir", expresa.
Décadas de trayectoria artística que lo llevaron a los grandes recintos de Europa, pero que en algún momento tuvieron una inflexión y se estacionaron hace 15 años en México, para lograr lo que Pujol considera una "reinvención" de él como persona y como artista.
"Espiritualmente tenía la necesidad de romper con cosas, el discurso que yo tenía artístico estaba por finalizar, necesitaba un cambio de todo tipo, y me tocó convivirlo y compartirlo con México; es una suerte, porque es un país de artistas, de grandes creadores. Llegar a México y seguir tu proyecto y crecer tiene mucho mérito porque hay grandes artistas", detalla.
Manel Pujol avanza hacia otra de las habitaciones de su hogar, se encuentra con algunas obras basadas en papel picado, y con la voz entrecortada comparte que el papel picado fue uno de los primeros contactos que tuvo con México. Después vinieron el folclor, la algarabía, la calidez de la gente, y eso "es lo que hoy me tiene feliz".
Considera estar en una de sus mejores etapas como artista y como persona, por eso se atreve a retar hasta a los más grandes, como el propio Wagner, de quien está alistando una serie.
Sin embargo, sabe que lo que nunca hay que perder de vista es que en todo momento de la vida, "el accidente puede ser agradable si lo sabemos ver, el accidente te puede hacer crecer, te puede abrir una puerta a un camino, pero para saber qué es un accidente y que ahí hay un camino tienes que ser inteligente, tiene que haber un programa".
"Yo no me pongo el cuadro en blanco y le pego una mancha, no tiene sentido, sino que llevo un programa mental; sobre la marcha puedes modificar, en la pintura debe haber un oficio, depende lo que yo quiero expresar si uso un material u otro, unos pueden ser suaves o agresivos con gran volumen de texturas, la tortura, la lujuria es manifiesta y se produce a través de estos materiales".
Pujol expone una parte de su obra a partir de este 20 de noviembre y hasta el 16 de diciembre en la galería X-Espacio de Arte, en la colonia Condesa del Distrito Federal, ante lo cual se da tiempo para reflexionar y señalar que sus obras en su
mayoría son de grandes dimensiones, porque considera ser alguien grande como persona y como artista.
"Por ello, para nadar prefiero espacio, sí. Prefiero ahogarme en un gran mar, que en un charquito, entonces el planteamiento de un artista es que disfruta del gran escenario, igual que el actor, necesito el gran escenario", finaliza.
rqm