Las claves en la arquitectura del Museo Jumex
DIÁLOGO. EL domingo, en el auditorio del Museo Jumex, David Chipperfield habló con el curador suizo Hans Ulrich Obrist acerca de su trabajo arquitectónico. (Foto: PATRICIA JUÁREZ / EL UNIVERSAL )
Cuando el público llegue hoy hasta el Museo Jumex encontrará un edificio que se caracteriza por tener una "arquitectura seria más que protagónica, con mucha materialidad y con gran espacialidad".
Esas son cualidades que identifican la obra del arquitecto británico David Chipperfield, de acuerdo con el también arquitecto Óscar Rodríguez, de TAAU (Taller Abierto de Arquitectura y Urbanismo).
En un recorrido por el nuevo edificio, Rodríguez, arquitecto asociado de Chipperfield en México, describió algunos detalles esenciales de la obra, como son: el juego de integrarse y romper las fronteras con el entorno de la plaza donde se encuentra, la iluminación natural presente en casi todo el edificio y la flexibilidad de sus áreas de exhibición con el fin de que sean múltiples las opciones de curaduría.
El mismo Chipperfield, en un diálogo con el curador suizo Hans Ulrich Obrist el domingo pasado, dijo que lo más le atrajo del Museo Jumex es que "es el caso de una institución privada que trata de volverse un centro público. Me asocié con el hecho de que una institución, que era periférica, se volvió central, eso exige redescubrir su misión y el edificio tenía que ayudar a ello, y hacer un diálogo con los ciudadanos que a diario pasan por ahí".
Es la primera vez que Chipperfield hace una obra en México -alcanzó el tercer lugar en 2001 en el concurso de la Biblioteca Vasconcelos- pero es larga la lista de museos construidos o restaurados por él: obtuvo el premio RIBA de Arquitectura por su Museo Fluvial y del Remo en Inglaterra; su restauración del Neues Museum, en Berlín, alcanzó premio de arquitectura Mies van der Rohe 2011 de la Unión Europea; también en Alemania creó el Museo de Literatura Moderna; en Japón proyectó el Museo Gotoh de Tokio; en Estados Unidos concluyó el Figge Art Museum en Iowa y allí mismo, la Biblioteca Pública Central en Des Moines.
Calidad local
La calidad del proyecto es tan importante como la calidad de la obra concluida, describió Rodríguez y luego refirió que "Chipperfield siempre piensa en buscar capacidades locales. La pregunta fue ¿para qué somos buenos? ‘para la piedra' Y aquí está. Es mármol Xalapa. Se hicieron muchas pruebas: madera, concreto, mármol..."
En el diálogo del domingo, el británico se refirió a la experiencia en México: "Buscamos lo bueno que se construye en el DF y encontramos un alto compromiso, en Estados Unidos todos se enfocan en algo específico, aquí ellos siempre estaban presentes, comprometidos con una calidad, calidad desde los cimientos hasta lo más alto; la calidad no es sólo imagen, es una idea constante".
El clima y la luz
Para Chipperfield hay una cualidad de la ciudad de México que resultó esencial: el clima. "Fui sensible a su clima, un clima constante todo el año, eso se reflejaba en las características termales del edificio. Eso me interesó, es algo que no tiene Europa ni Londres ni Madrid. No es posible pensar en una terraza en un museo de Londres, en México sí".
Hay a lo largo del edificio una iluminación "etérea, constante, tibia", en palabras de Óscar Rodríguez.
Para este proceso de control de la luz natural se trabajó en colaboración con Arup Lighting Design. La idea fue generar una luz pareja, que no produjera sombras.
Rodríguez detalló que el edificio tiene hasta arriba una serie de triángulos que buscan, sobre todo, luz natural desde lo alto.
"Es una luz pareja sin acentuar, acentuar es algo que hará en su momento la curaduría".
Los dos últimos pisos del edificio son espacios destinados a la exposición de obras, se trata de áreas donde, a diferencia de las de más abajo, ya no se advierte tanto la presencia de la ciudad. Las salas están habilitadas con cajas de registro y otras condiciones que, de acuerdo con los montajes que se programen a lo largo del año, darán oportunidad de generar salas más pequeñas, separar los espacios con muros, según la curaduría.
Los dos pisos por debajo de ambas galerías son espacios donde la ciudad está presente, tanto por la vista pues desde sus ventanas se aprecia el entorno, como en sus sonidos, por ejemplo el del tren.
Ese recorrido, definió el propio David Chipperfield, busca que el visitante se sienta motivado por ir más allá, con interés de llegar de un piso hacia el otro.
"La luz es lo que nos hace estar en contacto con la naturaleza -comentó Chipperfield-, tiene que ver con el territorio, puede ser enemigo en algunos museos, puede ser muy importante para otros".