Considerado como uno de los escritores más importantes de la literatura mexicana de la segunda mitad del siglo XX, José Emilio Pacheco compartió con una decena de lectores reunidos en el Museo Nacional de Antropología algunas de sus estimaciones sobre la poesía, desde los antiguos versificadores griegos hasta la música popular de José Alfredo Jiménez.

Como parte del ciclo de lecturas "Poesía en el museo", José Emilio Pacheco leyó algunos poemas de su libro más reciente y explicó algunos temas de su libro Aproximaciones, en las que aborda a autores clásicos desde Safo, Arquíloco, hasta algunos de la literatura francesa, como Víctor Hugo, Paul Verlaine y autores de lengua inglesa como T.S Eliot.

"Este es un libro donde descansa la tradición clásica, y en la que se retoma la literatura amorosa. Sobre este temática del género lírico explicó la trascendencia del Cantar de los cantares, pues fue el primer poema de la literatura antigua en que se da voz a la mujer y se desecha su papel como objeto de deseo para convertirse en portavoz de sus propios deseos", dijo sobre este libro del que ha compartido fragmentos en otras ocasiones.

Explicó que en este volumen se mezclan las tradiciones clásica y lenguas como el griego, antiguo, el francés y el alfabeto cirílico.

"He hecho una trampa, que no sé cómo me va a ir. Como ustedes saben la erótica griega era dirigida a la cortesana, pero sobre todo con los efebos. Ahora se vería eso como un abuso sexual y yo le doy la vuelta. No hablo de los efebos, sino de la mujer", abundó durante su exposición acerca de sus interpretaciones de la literatura griega.

En respuesta a una pregunta del auditorio abordó algunos aspectos de las dinámicas que la tecnología ha creado en los lectores durante la última década y sus diferencias con los lectores más habituados a las lecturas en la pantalla.

"Aprovechen todo lo que tengan a la mano", recomendó.

Al inicio de la lectura se esperaba que el autor leyera poemas inéditos, pero prefirió presentar algunos de publicaciones más recientes.

Los sexenios, nuestra unidad de medida

"A diferencia de los norteamericanos, que dividen el tiempo en décadas, en México el tiempo se divide en sexenios. Vemos cómo cada seis años todo es completamente distinto, es mucho más radical que en una década", aseguró el escritor José Emilio Pacheco, quien compartió con algunos de sus lectores algunas anécdotas sobre su relación con Fernando Benítez, Juan José Arreola, Salvador Novo y Juan Rulfo.

Como conclusión del evento, Pacheco revivió también sus anécdotas con funcionarios públicos.

"Durante la inauguración de la sede del Colegio Nacional, se me acercó Salinas y me preguntó ‘¿qué necesita?' Lo bueno es que le respondí ‘no necesito nada'. En otro caso le hubiera pedido una gasolinera", contó entre risas de los asistentes.

Al principio de la charla mencionó la palabra retiro, lo que más tarde generó preguntas sobre su posible conclusión en el trabajo literario. En su respuesta, Pacheco se limitó a responder con algunas consideraciones sobre la vejez.

"La vejez es algo tan individual como el color de los ojos. Hay algunos que caen estrepitosamente y otros en los que su última etapa es la mejor", dijo.

El autor de Alta traición, El principio del placer y Morirás lejos, entre otros títulos estuvo acompañado por Antonio Saborit, director del Museo Nacional de Antropología, y de Hernán Bravo Varela, crítico literario.

sc