Tropiezos para la apertura del faro de Aragón
yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
Para la recuperación y habilitación del ex Cine Corregidora con el fin convertirlo en el Faro Corregidora de Aragón, se han destinado poco más de 13 millones de pesos, que figuraban en el rubro de recursos etiquetados del Presupuesto de Egresos de la Federación, entre 2012 y 2013.
En noviembre de 2012, se entregaron los casi 9 millones para construir la Fábrica de Artes y Oficios y se ejercieron, de manera apresurada, hasta enero; los 3.3 millones etiquetados para este año, aún no han sido solicitados.
Esa Fábrica de Artes y Oficios no existe más allá de la polémica y la discrepancia de opiniones. Los vecinos y gestores de la comunidad exigen la apertura del recinto para comenzar a utilizar los 500 metros cuadrados del lobby que fue intervenido, con el fin de hacer talleres y exposiciones. La secretaria de Cultura del gobierno del Distrito Federal, Lucía García Noriega, dice que no tomará ninguna decisión sobre el inmueble hasta que cuente con un estudio estructural del cine que tiene casi 80 años. Lo mandó a hacer y está semana lo tendrá en sus manos.
El inmueble se ubica en la Avenida 517 de San Juan de Aragón, junto a la iglesia más importante de la colonia y al Centro Social de la delegación Gustavo A. Madero; tan sólo el cine tiene una dimensión de 466 metros cuadrados y la techumbre supera los 2 mil metros.
Desde 2009, la comunidad de Aragón se unió para crear un Faro en el ex Cine Corregidora; comenzaron a realizar actividades culturales y talleres los fines de semana en la banqueta lateral del cine, pero no han logrado más. Entre enero y febrero de 2013, la Secretaría de Obras del DF ejecutó los trabajos con los 8.8 millones para techumbre, instalaciones eléctricas y sanitarias, y el lobby. Sólo en agosto, la Secretaría aceptó recibir el inmueble mas no ha firmado de recibido las obras, pues asegura que fueron mal hechas y hay goteras y filtraciones.
García Noriega no sólo cuestiona la carencia de un estudio estructural en la recuperación de este inmueble con más de 20 años de abandono, también cuestiona que los 3.3 millones que están etiquetados para este año y que aún no solicita, tienen el concepto “Festivales culturales y artísticos”, a pesar de que el inmueble ni siquiera tiene mobiliario.
“No hemos firmado de recibido a Obras. Antes de firmarle de conformidad por los trabajos anteriores, estamos pidiendo que nos muestren el estudio de estructura del Faro, pero este proyecto no existe; lo que existen son algunos planos estructurales, pero no hay ningún estudio. Nosotros lo estamos haciendo porque es fundamental, el edificio tiene 80 años y nadie me puede, hasta ahorita, asegurar que está en condiciones”.
Además del estudio estructural -que hará el despacho Colinas de Buen- se tiene que cambiar el concepto de los recursos etiquetados en 2013 —asunto que ya habló la secretaria con la diputada Margarita Saldaña, presidenta de la Comisión de Cultura, y con Conaculta—, pero lo autorizarán hasta conocer cómo está estructuralmente.
Vecinos inconformes
Para los vecinos la falta de acción de la Secretaria de Cultura es incongruente; la acusan de querer instalar un Faro en el centro de la ciudad y no en la periferia. “A Lucía García Noriega se le olvida que el principio de los faros es descentralizar la cultura para llevarla a zonas carentes de infraestructura cultural, como es Aragón”, señala Daniel Tepos, integrante del Centro para el Desarrollo de Proyectos Sociales.
Para el grupo, este Faro no es una ocurrencia, lo conciben como infraestructura cultural indispensable en una zona que carece de oferta cultural. “Con casi nueve millones se rescató cuando era un espacio en desuso, si hay voluntad política podemos utilizarlo para dar los primeros talleres, con un poco de colaboración de la ciudad”, dice Tepos.
En tanto se resuelve el destino del inmueble y de los recursos, las palomas y el graffiti han comenzado a dejar huella en los altos muros grises del ex Cine Corregidora, un inmueble al que los vecinos no pueden entrar desde agosto porque no lo permite el personal de seguridad a cargo de la Secretaría de Cultura. Según esa dependencia, el estudio ya empieza a arrojar datos concretos:
“Lo urgente es corregir las entradas del agua en la techumbre, las juntas de los muros laterales y del frontal, que están separados, ver por qué se está metiendo por los laterales el agua, impermeabilizar, repellar y pintar. Hoy por hoy no hay ni puertas de salida de emergencia; está así nada más, entre muritos y pedacitos y cositas para medio detener que no se vandalice el espacio, pero no hay realmente las condiciones para entrar”, señala Lucía García Noriega.
Claudia Elena Águila Torres, diputada federal por el distrito VII en Gustavo A. Madero, quien ha gestionado los dos recursos, dice que hay un gran reclamo de la ciudadanía para que ese lugar se recupere “lleva más de 20 años cerrado, no ha sido fácil pero hemos logrado el apoyo de la ciudadanía, tenemos muchas firmas que quieren que su apertura”.
Asegura que en 2009 empezaron a hacer investigaciones en la Secretaría de Obras, “primero para que nos dijeran si servía el lugar, porque a lo mejor proponíamos algo y esto había que demolerlo, entonces la Secretaría de Obras nos dio un dictamen técnico, un dictamen estructural de que el espacio servía, que se podía hacer algo, a partir de ahí iniciamos funciones con la Secretaría de Cultura, primero con Elena Cepeda y después con Nina Serratos, avanzamos bastante con ellas dos”.
Juan Carlos González, del colectivo AragónArte, dice que el proyecto del Faro de Aragón tiene sustentos teóricos, que lo elaboraron en las aulas de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, donde estudian varios de ellos; en el proyecto manifiestan la necesidad de los jóvenes de que en esa parte del norteoriente de la ciudad de México tengan acceso a actividades culturales:
“Propusimos una Fábrica de Artes y Oficios en la zona de Aragón. Ese proyecto consiste en las artes multimedia, ¿por qué? para ir resguardando esa memoria del Cine Corregidora”.
Daniel Tepos muestra dos carpetas con más de tres mil firmas de apoyo para crear el Faro; una carpeta con las gestiones, oficios y documentos que han hecho llegar y recibido desde 2009 en su lucha por echar a andar el proyecto; también fotografías de los talleres y actividades que han dado en la calle a falta de espacio, y otras donde en grupo y con pancartas se han manifestado, como lo hicieron en la pasada inauguración de la Feria del Libro en el Zócalo, ante el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.
“Hemos tratado de impulsar el proyecto, desde todas las vías, agotando todos los recursos, metiendo oficios, dándole seguimiento; hemos ido a la Secretaría de Cultura, a la de Obras, a la Dirección de Patrimonio Inmobiliario; estamos conscientes de que este espacio pertenecerá al gobierno, pero una de las principales fortalezas del Faro es que lo hace y lo construye la comunidad”, afirma Tepos a las afueras del cine.
La Secretaria de Cultura asegura no estar en contra del proyecto. “Cómo voy a estar en contra, por el amor de Dios, no puedo estar en contra de un espacio, yo quiero un espacio en cada delegación, yo no estoy en contra, estoy con una gran responsabilidad, que no es política, es la responsabilidad de un espacio físico que tiene que estar apto para dar funciones de lo que se pretende hacer; la novedad es que un cine se pretenda continuar como cine y sea al mismo tiempo una fábrica de artes y oficios”, concluye.
Vecinos como Cirila Ramírez y Antonio Esquivel tienen una sola exigencia: que el Faro Corregidora abra sus puertas para beneficio de ellos que nacieron y crecieron en San Juan de Aragón, pero sobre todo para sus hijos, nietos y los que vengan, para que tengan un espacio cultural que los sensibilice con arte.