El Taller Coreográfico de la Universidad Nacional Autónoma de México (TCUNAM) cerró esta tarde su Temporada 90 con la presentación de "El lago de los cisnes", en la versión original de Gloria Contreras y partitura de Piotr Ilich Tchaikovsky (1840-1893), en el Teatro Carlos Lazo.

De acuerdo con los organizadores, fue gracias al enorme interés que ha despertado en el público y debido a que muchas personas quedaron fuera en la última reposición, que el TCUNAM programó esa pieza y, lo mejor, con acceso libre y sin costo alguno para los amantes del buen ballet.

El programa de clausura se complementó con "Rapsodia en azul", "Primer amor" y "Corranda", con las respectivas partituras de George Gershwin (1898-1937), Frédéric Chopin (1810-1849) y Johann Sebastian Bach (1685-1750) . El foro universitario fue insuficiente para dar cabida al río humano que se desbordó ahí para admirar la calidad interpretativa de los bailarines.

Desde su estreno, en junio de este mismo año y con su primera reposición, hace apenas dos semanas, "El lago de los cisnes", de Gloria Contreras, ha logrado colocarse en el gusto del público en general. En ambas ocasiones se congregaron centenares de personas, gozosas ante el espectáculo único.

Esas personas rebasaron por mucho el cupo de los recintos universitarios en los que la compañía se presenta habitualmente. Así, fue necesario realizar dobles funciones en el Teatro Carlos Lazo, mientras que en la Sala Miguel Covarrubias se agotaron todas las localidades y aún así quedó gente fuera.

Es por eso que la compañía deseó celebrar la clausura de su Temporada 90 con una presentación más de "El lago de los cisnes", en versión de Gloria Contreras, quién habló sobre la forma en que concibió el ballet que tal vez nadie visualizó como una obra de extraordinario reconocimiento y éxito:

"En esta danza quise recrear el espíritu de este hermoso animal, que puede atravesar continentes, volando a 50 kilómetros por hora. En lugar de las posiciones estáticas y líneas convencionales, aquí todos los cisnes están en movimiento y los cuerpos hacen formaciones inspiradas en el vuelo de los cisnes".

El vestuario, diseñado por Mireya Rodríguez, refuerza la propuesta coreográfica, pues en lugar de tutus, los bailarines usan mallas con colores, simulando cisnes salvajes. En cuanto al triángulo amoroso entre Sigfrido, Odette y Odille, la maestra comunica, con movimientos, su pasión, celos, tristeza y odio. "No es un torneo de virtuosismo. Lo que me interesa no es cuantos fuetes o piruetas puedan hacer, sino el drama que están viviendo", dijo.

Complementó el programa "Rapsodia en azul", coreografía realizada por Gloria Contreras a la extraordinaria partitura "Rhapsody in blue", del compositor estadounidense George Gershwin (1898-1937), cuyo éxito fue inmediato y supuso el nacimiento de la música sinfónica autóctona de ese país.

Igualmente, el TCUNAM presentó "Primer amor", que es la primera obra autobiográfica en la carrera de Contreras, quien concibió esta coreografía inspirada en su propio pasado, sobre todo, en la relación de noviazgo que mantuvo con Enrique Echeverría, un pintor mexicano que formó parte de la llamada Generación de la Ruptura.

La última pieza que se presentó fue "Corranda", un tour de force que pone a prueba el salto y el manejo de puntas de la bailarina estrella, en un breve solo femenino realizado sobre una de las más inspiradas partituras de Bach. Al término de la función, se anunció la posibilidad de una nueva fecha.

rqm