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En el graffiti ha predominado la mirada masculina, pero en los últimos años las mujeres han comenzado a desmarcarse de los hombres para ofrecer su propia visión, temática y estética. Aunque son una comunidad minoritaria, en la ciudad de México existen graffiteras, muchas de ellas con formación en diseño gráfico y artes visuales, que están marcando tendencia en el arte urbano.

La exposición “¡También las calles son de nosotras!”, que se inaugura hoy en la Galería José María Velasco a las 12 horas (Peralvillo 55, colonia Morelos, delegación Cuauhtémoc), ofrece un panorama de las graffiteras capitalinas. Está integrada por el trabajo de “Alexandra”, “Basic”, “Lady Love”, “Mahenta”, “Minnah”, “Natsu”, “Nekro”, “Nie” y “Tysa”, así como de la colombiana “Ledania”.

“Fuimos descubriendo que el enfoque del graffiti era muy masculino, algo que se comprendía porque en los años 60 y 70 emergió de las zonas periféricas de ciudades de Estados Unidos como marcas territoriales. En México, comienza en los años 80 con influencia del muralismo mexicano y chicano angelino, y del graffiti de lugares como Nueva York y Detroit”, explica Alfredo Matos, director de la galería.

Con la aparición de internet, las comunidades de graffiteros tienen contacto con diferentes personas en todo el mundo y el graffiti dejó de ser territorial para convertirse en un elemento de identidad.

“Las intervenciones siguieron siendo en los espacios públicos, por eso siempre tuvo una huella contestataria pero se ha ido transformando la visión en la medida que los jóvenes se nutren de nuevas iconografías y de diferentes formas de representación. Ahora, no sólo son los artistas marginales quienes se dedican al graffiti, sino también los que han estudiado diseño, ilustración, comunicación audiovisual y artes plásticas”, dijo Matos.

En este proceso evolutivo las mujeres habían fungido como acompañantes de los graffiteros. “Después de realizar varias muestras colectivas de graffiti detectamos que muchas chicas estaban trabajando en este arte urbano, las rastreamos y por eso ahora vamos a presentar los trabajos más interesantes que existen en la ciudad. Lo que distingue a las mujeres es la gama de colores, la construcción anecdótica de los personajes, la suavidad de las líneas y sobre todo las preocupaciones”, refirió.

Las obras revelan las expresiones con las que las creadoras resignifican su entorno y manifiestan su visión contextual, misma que rompe con los normas que la sociedad establece.