Sin visitantes, el Centro de Documentación Cervantino
PLANES. La meta es tener ahí todos los materiales digitalizados del FIC. (Foto: )
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A pesar de las expectativas con las que se anunció en 2012, en el marco de los 40 años del Festival Internacional Cervantino, el Centro de Documentación Cervantino ha tenido poco éxito desde su apertura en julio de este año.
Abrió sus puertas el pasado 19 de julio, ocho meses después de lo que se había planeado; desde entonces, el espacio originalmente concebido como Biblioteca Cervantina de las Artes, había recibido unos 10 visitantes (hasta octubre pasado). Éstos, movidos por la curiosidad o con intenciones de conocer el acervo documental del mayor festival de artes escénicas en América Latina se han acercado hasta este pequeño espacio, de poco más de 50 metros cuadrados, ubicado en dos crujías de la Alhóndiga de Granaditas, donde el arquitecto Javier Sánchez montó una especie de librero de dos pisos.
Ubicado en una de las esquinas posteriores del edificio histórico que actualmente alberga el Museo Regional Alhóndiga de Granaditas, el Centro de Documentación Cervantino luce desolado, sin un letrero que indique su existencia. Durante la reciente edición del Festival, del 9 al 27 de octubre, las calles de Guanajuato se llenaron de visitantes a la llamada “Fiesta del Espíritu”, pero el Centro recibió unos cuatro visitantes.
La mayoría de las personas, comenta Martha Alicia González Riestra, la bibliotecaria que atiende este espacio que fue diseñado para atender a unos 20 usuarios de manera simultánea, llegan al lugar pero para preguntar dónde es la entrada al Museo. “Ha tenido poca respuesta, quizá sea por falta de difusión o por desconocimiento de la gente. Durante el festival vinieron como unas 3 o 4 personas”, comenta la bibliotecaria durante una visita al espacio, un día después de la clausura del Festival.
Además, añade, más de un usuario ha llegado hasta ese lugar con la expectativa de poder consultar físicamente el material hemerográfico que el Festival ha reunido en sus más de 40 años de existencia, pero lo que en realidad ofrece este Centro es una colección de casi dos mil libros sobre artes escénicas, historia del arte, arquitectura, fotografía, memorias, programas y otras publicaciones del Festival Internacional Cervantino, una pequeña colección general que incluye libros sobre antropología y biología, así como cuatro computadoras que conforman la Mediateca Cervantina de las Artes, en donde es posible consultar de manera virtual, por año, país o disciplina, 40 mil documentos hemerográficos, 36 mil fotografías, 2 mil 115 grabaciones de conciertos y 2 mil 297 videos de presentaciones de teatro, danza, conciertos y otros espectáculos.
El material contenido en estas computadoras sólo puede ser consultado in situ y corresponde al material que se ha logrado recuperar y digitalizar desde la administración pasada del Festival.
El proyecto original, presentado el 25 de septiembre de 2012 por la ex directora del FIC, Lidia Camacho, contemplaba la creación de una Biblioteca Cervantina de las Artes que abriría en noviembre de ese mismo año y tendría un costo cuatro millones 134 mil 890 pesos. Con el cambio de administración, ese proyecto pasó a llamarse Centro de Documentación Cervantino y tuvo un costo final de 2 millones 931 mil 862 pesos, recursos que se obtuvieron a través de taquilla y que fueron ejercidos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien es la instancia que administra el espacio por ubicarse en un edificio histórico.
Según información proporcionada por el Festival, aproximadamente la mitad de los títulos que se pueden consultar en el Centro –que tiene capacidad para unos siete mil libros-, fueron donados por la Biblioteca del Museo Nacional de Historia y la otra parte fue una adquisición de publicaciones especializadas en temas de artes escénicas de las colecciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, cuya compra realizó el INAH y tuvo un costo de 81 mil 151 pesos.
En el caso del material de la Mediateca corresponde a lo que se ha logrado recuperar y digitalizar desde la administración pasada. Poco más de cuatro mil soportes físicos de ese material videográfico y sonoro, como cintas, Betacam, VHS y, se hallan en la Fonoteca Nacional y otra parte en las instalaciones del Festival (Mercaderes 52, Col. San José Insurgentes), en carpetas y cajas de polipropileno libres de ácido.
Aunque gran parte de ese acervo hemerográfico, fotográfico y videográfico ha sido digitalizado, hay una parte que sigue en proceso de revisión, catalogación y digitalización. Según el Festival, falta por inventariar 15 cajas de material, se están catalogando algunas fotografías que quedaron pendientes de los años 2003 a 2013, además de que falta clasificar y subir a la Mediateca el material hemerográfico, fotográfico y videográfico generado en la reciente edición.
En sus cuatro décadas de existencia, el Festival ha logrado reunir diversos testimonios fotográficos, videográficos, hemerográficos y sonoros de las miles de presentaciones que se han dado, sin embargo hacen falta algunos materiales, como videos de los años 1972, 1976, 1978, 1979, 1981, 1982 y 1985.
Jorge Volpi, director del Festival, asegura que uno de los proyectos próximos es establecer contacto con Televisa para poder recuperar algunos materiales videográficos que la televisora grabó en dos ocasiones. “El acervo está casi en su totalidad actualizado, excepto una parte que guarda Televisa, de los primeros años del Festival; estamos en negociaciones con ellos para continuar ese proceso de digitalización”, dijo.
Ese material en manos de Televisa corresponde a la programación de 1982, cuando por iniciativa de la entonces primera dama, Carmen Romano, la televisora grabó las actividades del Festival, que cumplía 10 años; así como la programación de 1989, por interés de su entonces directora María Cristina García Cepeda. Ese material se contabiliza en, aproximadamente, unos 180 espectáculos y unos 40 programas que produjo con fragmentos de los eventos.
La idea, sostiene el director Jorge Volpi, es tener en este Centro todos los materiales digitalizados de la historia cervantina a disponibilidad de los investigadores, estudiantes e interesados en las artes escénicas.