Relevan al director del teatro Bolshói tras años de polémicas
ANATOLI IKSÁNOV. Estuvo al frente del famoso teatro durante 13 años. (Foto: SERGEI CHIRIKOV EFE )
MOSCÚ.— Los escándalos y la corrupción que han sacudido en los últimos años al templo del ballet ruso, el legendario teatro Bolshói de Moscú, terminaron por derribar a su director, Anatoli Iksánov, relevado de su cargo después de 13 años de polémica gestión.
El lugar del destituido director lo ocupará Vladimir Urin, de 66 años, hasta ahora director del teatro musical moscovita Stanislavski y Nemeróvich-Dánchenko, anunció el ministro de Cultura, Vladímir Medinski.
“No planeo ninguna revolución y entiendo perfectamente que en este teatro, como en cualquier otro, uno no puede hacer nada solo. Confío en que la mayoría de las personas que trabajan en este teatro, gente maravillosa y con talento, sean mis aliados y podamos resolver juntos los problemas actuales”, dijo Urin.
Iksánov, de 61 años, gozará de un retiro de honor como asesor en el Ministerio de Cultura a pesar de las polémicas en las que se ha visto implicado el Bolshói, sobre todo desde el inicio de la reconstrucción del histórico edificio en 2005.
Las irregularidades
Las mayores obras de remodelación en el último siglo, salpicadas además por sospechas de malversación de los fondos públicos, se retrasaron varios años.
El Ministerio de Interior denunciaba hace menos de un mes el desfalco de unos 3 millones de dólares en la obra. En marzo, la Audiencia de Cuentas de Rusia abrió una investigación sobre los gastos del Bolshói durante el ejercicio 2012 y la disciplina financiera de la dirección del teatro.
Por si fuera poco, el hasta hace unos días primer bailarín del teatro, Nikolái Tsiskaridze, denunció que las reformas no tuvieron en cuenta la opinión de los artistas; crítica, entre otras, que le costaron caro a la estrella del ballet ruso, conocido por sus enfrentamientos con la dirección del Bolshói, pues no le renovaran el contrato que expiró el pasado 30 de junio.
El mal ambiente que, según el entorno del Bolshói, impera en el colectivo del teatro quedó patente tras la brutal agresión que sufrió en enero pasado el director de la compañía de ballet, Serguéi Filin, rociado con ácido en la cara presuntamente por encargo de uno de los suyos, el bailarín Pável Dmitrichenko, actualmente en prisión.
Tras el ataque, la compañía no recuperó la calma. Svetlana Zajárova, prima bailarina del Bolshói y diputada del Parlamento ruso, se negó a interpretar el papel principal en Oneguin, estreno que cerraba la temporada teatral, tras ser incluida en el elenco suplente.
“Han pasado muchas cosas últimamente, cosas que se han ido acumulando, y la última historia con la negativa de Zajárova de bailar en Oneguin jugó, por supuesto, su papel" en la destitución de Iksákov”, apuntó la directora de la compañía de opera del teatro, Makvala Kasrashvili.
El nuevo director del Bolshói, que dirigió el Stanislavski y Nemeróvich-Dánchenko 18 años, convirtió el teatro musical de Moscú en uno de los más relevantes en la escena cultural rusa gracias a la introducción de espectáculos de ballet contemporáneo en su cartelera. (EFE)