Mutis, poeta de nueve décadas
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Nació en Bogotá en 1923, su infancia transcurrió primero en Bélgica y luego en una finca de Coello, Tolima; regresó a Bogotá donde pasó su juventud y desde finales de 1956 radica en México. Ese ha sido el periplo del poeta y escritor Álvaro Mutis, quien este domingo 25 de agosto cumple 90 años. De esos lugares está hecha su literatura pero los territorios de su obra narrativa y poética son más complejos que los geográficos.
Álvaro Mutis, quien prefirió no dar entrevistas en el marco de este aniversario, es autor de los libros de poesía La Balanza, Los Elementos del Desastre, Los Trabajos Perdidos, Reseña de los Hospitales de Ultramar; su obra narrativa sobre Maqroll el Gaviero (personaje que originalmente cobró vida en la poesía) se reunió bajo el título Empresas y Tribulaciones de Maqroll el Gaviero donde aparecen los libros La Nieve del Almirante, Ilona llega con la lluvia, Un bel morir, La Última Escala del Tramp Steamer, Amirbar, Abdul Bashur, Soñador de Navíos y Tríptico de Mar y Tierra.
Otros textos en narrativa y prosa han conformado diversos volúmenes. Su literatura ha sido reconocida ampliamente por la crítica y con premios como el Príncipe de Asturias, en 1997, y el Cervantes, en 2001, entre otros.
“Álvaro Mutis es, sin lugar a dudas, uno de los poetas más importantes en español, autor de una de las más significativas y singulares obras escritas en el pasado siglo XX y de uno de los más célebres personajes y voces, Maqroll el Gaviero”, afirma el escritor y editor colombiano Mario Rey.
Adolfo Castañón, académico de la Lengua, editor y escritor mexicano, se refiere a Mutis y Gabriel García Márquez: “En esa relación me pregunto quién es el Juan Bautista y quién es el Cristo. Es muy misteriosa esa amistad. Hay cosas que están en el uno que no están en el otro, y cosas que están en ambos; comparten un sentido del humor que les permite ir abajo de las etiquetas, las palabras los rótulos, los nombres convencionales. No sólo son escritores colombianos, son escritores del idioma”.
Para Castañón, Mutis “es un raro, en el sentido de (Rubén) Darío, y también raro porque es como una especie en extinción”.
La crítica ha resaltado las cualidades de la literatura del creador de relatos inolvidables como “La muerte del estratega”. De acuerdo con Mario Rey, quien es maestro de literatura en la UNAM y en la UACM y que prepara un libro sobre Mutis, la crítica resalta por ejemplo: “El origen poético de sus relatos; su espléndida manera de contar y su aura poética; los ‘imprevisibles virajes’ de su intriga; su teatralidad y facilidad para crear personajes y situaciones verosímiles a partir de rápidos bocetos y brochazos; su gusto por contar historias y la épica; su renovación del placer infantil de la lectura; su trascendencia del costumbrismo, el realismo, el folclor, el exotismo y la violencia comunes en la narrativa latinoamericana; así como la variedad de puntos de vista, narradores y formas narrativas empleadas”.
Mutis en la voz de los poetas
Los poetas colombianos Piedad Bonnet y Juan Manuel Roca respondieron a EL UNIVERSAL a la pregunta de qué obra de Mutis, en su narrativa o su poesía, es la que más les ha cautivado.
“Yo me inicié en Álvaro Mutis —dijo Bonnet— a través de su poesía, e influyó mucho mis primeros años como poeta. Luego leí durante años sus libros con mis alumnos. De todos sus poemas hay uno que me resultó siempre entrañable, se llama “Grieta matinal” y está en Los trabajos perdidos. Pero lo que más aprecio de su poesía es la imagen que intranquiliza, su manera de acercarnos al misterio a través de los objetos gastados, las atmósferas sórdidas y el deterioro devorador del trópico. Y su manera de aludir a la muerte aún allí donde la vida pareciera triunfar”.
“Soy más lector de la poesía de Álvaro Mutis que de su narrativa —respondió Juan Manuel Roca— y tengo la impresión de que sus dos grandes libros son Los trabajos perdidos y Los elementos del desastre, donde un lenguaje fulgurante atrapa los paisajes ruinosos del trópico y del hombre que habita en sus derrotas: hospitales, hoteles desvencijados, cuarteles, guerreros destinados a la muerte o al olvido, toda una historia clínica del mundo visto desde nuestra “tierra caliente”, desde unos lugares aletargados en los que siempre parece ser las 12 del día. El poema que más me emociona de Álvaro Mutis es su “Nocturno”, un poema sensorial que entremezcla el olfato y el oído en una hermosa visión de nuestra zona cafetera. Está en Los trabajos perdidos. Yo siempre se lo recomiendo a todo viajero colombiano que se va del país. Leer ese poema, aun desde la lejanía, es recibir una rebanada de nuestro paisaje, un olor a humedad y a tierra caliente, un documento lírico del sentir del hombre colombiano que nos hace pensar que pertenecemos a un lugar, a una geografía no solamente física sino espiritual”.
Homenaje en Colombia
A lo largo de la próxima semana, se realizará en Colombia el homenaje “Álvaro Mutis. Vida y obra en sus 90 años de edad”, que organizan la Universidad Nacional de Colombia y el Ministerio de Cultura. Será un homenaje donde narradores, estudiosos y poetas participarán en lecturas, conferencias, paneles, ciclos de cine y presentaciones. Allí ofrecerá una conferencia Adolfo Castañón; otro de los participantes serán el escritor y periodista Eduardo García Aguilar, el poeta William Ospina y el periodista y novelista Fernando Quiroz.
Fabio Jurado Valencia, maestro de Literatura de la Universidad Nacional, y uno de los organizadores de este encuentro, describe que una de las novedades en el homenaje será la presentación del libro Reseña de los Hospitales de Ultramar, número 100 de la Colección Viernes de Poesía, que es el libro de Mutis que más le gusta releer: “Es el punto de partida de un proyecto estético-literario en el que insistirá, pero también porque es un libro que está asociado con esa gran revista, en la que participó, como fue Mito. Reseña de los Hospitales de Ultramar es un libro que desentraña los mundos interiores y exteriores del hombre, de ese hombre que, como Macqroll, viaja y padece tratando de construir un destino pero sólo encuentra las miserias del mundo”.