aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




González de Alba: "El 2 de octubre no define el movimiento del 68"

Abida Ventura| El Universal
Viernes 27 de diciembre de 2013

Video. En su más reciente libro, "No hubo barco para mí", el escritor Luis González de Alba propone volver a revisar las versiones que se han creado en torno al movimiento estudiantil de 1968

Gonzlez de Alba:

ESCRITOR. En libro también aborda su estancia en la cárcel de Lecumberri. (Foto: TANYA GUERRERO / EL UNIVERSAL )

El escritor habla de su libro No hubo barco para mí en el que propone revisar las versiones de ese periodo

abida.ventura@eluniversal.com.mx

En su más reciente libro, No hubo barco para mí (Cal y Arena), el escritor Luis González de Alba propone volver a revisar las versiones que se han creado en torno al movimiento estudiantil de 1968 para descubrir las distorsiones que se han generado en los diversos relatos producidos a partir de ese acontecimiento que, considera, no solo se reduce a la tragedia del 2 de octubre.

“Nos hemos quedado con lo que pasó en Tlatelolco, como si eso definiera el movimiento del 68, pero antes que eso el 68 fue una fiesta”, asevera el ensayista, quien recuerda que cuando en 1993 publicó su artículo “1968. La fiesta y la tragedia”, a propósito de los 25 años de la manifestación, hubo mucha gente a la que no le gustó que cuestionara las versiones sangrientas y, a veces distorsionadas, sobre dicho acontecimiento.

En su más reciente libro, que es el primero de la nueva colección “Ensayo personal” que lanzó la editorial Cal y Arena en el marco de sus 25 años, el escritor, que fue testigo presencial, vuelve al tema y asegura estar cansado de escuchar que el Movimiento estudiantil de 1968 significa la mantanza del 2 de octubre en Tlatelolco. Prueba de esto, comenta en entrevista, es que cada año cuando en las marchas conmemorativas se les pregunta a los jóvenes qué significa el Movimiento de 1968, la respuesta común es que un 2 de octubre mataron a mucha gente.

En el volumen, escrito en primera persona, donde también aborda su estancia en la cárcel de Lecumberri, su viaje a Chile durante el régimen de Salvador Allende y la homofobia de la izquierda en los años 70, González de Alba sostiene que es un error decir que la muerte de centenares de personas en Tlatelolco fue un acto fríamente calculado, pues asegura que en el momento de los hechos hubo desorganización, falta de comunicación y hasta pánico entre los mandos militares y policíacos.

“El Batallón Olimpia no esperaban la respuesta del Ejército. Que el Olimpia entrara en pánico al momento de los disparos es clave de que no sabían y de que la operación no estuvo organizada; hubo pánico entre ellos mismos”, explica.

Represión “light”

Integrante del Consejo Nacional de Huelga, que encabezó el Movimiento estudiantil de 1968, Luis González de Alba considera que las actuales manifestaciones están lejos de parecerse a las de aquella época, donde existía una represión más severa: “Ahora dicen que hay represión y que no sé cuanto, pero es que no tienen ni idea de eso: pueden insultar al Presidente de la República, le pueden gritar lo que sea; se pueden hacer chistes de los presidentes, antes quien lo hiciera no es que sólo fuera a la cárcel, desaparecía. Hacer un chiste de la esposa de López Mateos o de Ruiz Cortines era inimaginable. Enrique Peña Nieto es priísta pero uno puede bloquear calles y no lo quitan. Nosotros nunca lo hicimos ni nos pasó por la cabeza: ¿por qué o para qué bloquear una avenida?”.

La mejor forma de realizar una protesta, considera el autor de El riesgo del placer y Maravillas y misterios de la física cuántica, es hacerlo en una manifestación, es decir, “un bloque grande, pequeño o mediano de gente que camina por un avenida manifestándose. No gente que dice: ‘esa calle está cerrada y nadie pasa’ o ‘esta carretera está bloqueda y nadie pasa’ o ‘pasan pero los dejamos pasar gratis’, que luego resulta que no es gratis porque más adelante está el botecito para que aportes al movimiento”.

“Simplemente no tengo derecho a bloquear el paso en una avenida porque estoy enojado por algo. Tengo derecho a gritar, a salir, a poner unas pancartas, pero no a decirle a la gente que no puede entrar ni salir de su propia casa”, añade el ensayista.



Ver más @Univ_Cultura
comentarios
0