Rodeado de una mezcla de objetos que dan cuenta de sus antecedentes dentro de la cultura mexicana pero sin alejarse del trayecto al interior de la comunidad chicana, Guillermo Gómez-Peña regresa a México con su nueva propuesta dentro de la nueva ola de La Pocha Nostra, el colectivo de colaboración de diferentes disciplinas.

Para Gómez-Peña, que presentará una serie de proyectos multimedia edición 41 del Festival Internacional Cervantino, el performance representa ahora una reapropiación de cuerpo por parte de los jóvenes ante el poder.

"Los artistas jóvenes están descubriendo que el único espacio que ellos realmente controlan es su cuerpo. De pronto el cuerpo humano se convierte en una metáfora del cuerpo social y del cuerpo político. La exploración de la sexualidad es una gran alegoría de la gran crisis contemporánea", expresó durante la presentación de los proyectos que presentará en este festival.

Luego de 28 años de desarrollar su carrera en tierras californianas, donde se involucró con los movimientos sociales chicanos y con las organizaciones artísticas que tomaron como ejemplo el zapatismo de los años 90, Gómez-Peña se explica a sí mismo como miembro de una etapa del arte alternativo en la uno de los personajes más importantes del performance.

"Hoy los grandes festivales como el Cervantino que están apostando por la inclusión del performance", dice al resaltar la relevancia de esta disciplina en la que su nueva revalorización lo lleva a afirmar que es ésta conduce a una revaloración del cuerpo.

"En buena medida el performance es lengua franca porque la sociedad está descubriendo que una discusión politizada en torno al cuerpo".

Retratos en technicolor, parachicos chiapanecos, máscaras guerrerenses y figurillas de luchadores mexicanos hechas con barro son algunas de las muestras que el autor mexico-americano expone en su nuevo estudio, en la colonia Nueva Santa María, de la ciudad de México.

"Who is the ilegal alien, pilgrim?" interroga un Cuauthémoc al carbonicllo colgado en una de las paredes del estudio de Gómez-Peña.

Al responder a la pregunta de por qué desea regresar a México luego de casi tres décadas en California, explica que le interesa explorar el sentido de orfandad en la que se hallan miles de artistas y escritores a los que define en una línea imprecisa entre el país de origen que nos olvidó por completo y el país anfitrión que los ve como una amenaza.

A lo largo de este festival, que se celebrará del 9 al 27 de octubre en la ciudad de Guanajuato, Guillermo Gómez-Peña presentará su proyecto "Daños colaterales" en el auditorio del Estado.

"Daños colaterales" está compuesta por el performance video/instalación Homo fronterizus en el que cuestiona la existencia del verdadero autor y la imporvisación de los cameos realizados por el colectivo La Pocha Nostra.

Los nuevos bárbaros: la política del cuerpo y la poética de la frontera y 5 acciones psicomágicas contra la violencia son las otras dos instalaciones en las que este colectivo asume la conceptualización de la hibridez chicana, la migración y la globalización.

sc