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Al investigador teatral y pedagogo Edgar Ceballos no le gusta hacer antesala en las instituciones y en las oficinas de gobierno. ¿Para qué?, se pregunta, "si para el Conaculta la investigación teatral no es arte y para el Conacyt no es ciencia". Por eso desde hace 40 años a través de Escenología ha ido "por la libre", publicando libros dedicados al quehacer escénico en México, conformando uno de los archivos más importantes del teatro, creando la memoria del teatro del siglo XX en el país y arriesgándose en disciplinas que a pocos importa, como el circo.

Algunas de las figuras más importantes del teatro en el mundo, como Peter Brook, lo han felicitado por su afán de ir a contracorriente con respecto al teatro que se hace en México, pero también por la invaluable aportación que ha hecho al arte gracias al acervo y a las publicaciones. Edgar Ceballos, dice, no puede evitarlo, es un necio y teatrista vicioso.

Ahora, por primera vez en su historia, durante el segundo semestre de este año, Escenología lanzará ocho libros en coedición con el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Conaculta: El actor en el siglo XVIII, entre el Coliseo Nuevo y el Teatro Principal; Teatro musical y danza en el México de la Belle Epoque, y La danza teatral en México durante el virreinato, de Maya Ramos; Aplicación y desarrollo del drama holista, de Carlos Robles. Así como En los andamios de la creación escenográfica, de David Antón y Fabiola Hidalgo; Cómo escribir teatro y Diccionario mexicano de teatro. Siglo XX, de Ceballos; y El jardinero de fantasmas. Vida y obra de Carlos Ancira, de Jesús Ibarra.

Esta colaboración no modifica las certezas de Ceballos, vivimos en un país en donde puede haber hasta un museo del zapato y del tequila, pero no hay uno para el teatro, porque aquí, dice, no se ha aquilatado su importancia y sus aportaciones a la escena mundial.

Pionera de la edición escénica

Escenología fue la primera editorial dedicada a las Artes Escénicas en México. Además de tener textos de dramaturgia, es la única reconocida a nivel Iberoamérica por editar teoría teatral y realizar investigaciones muy completas al respecto. Su acervo rebasa los 500 títulos publicados: muchos de ellos ya reeditados.

El trabajo de Ceballos inició en los años 70 de manera autodidacta, pero desde 1986 se integró bajo una asociación civil, funge como editorial y centro de investigación y documentación de las artes escénicas.

Posee el archivo más grande de teatro mexicano, con casi 700 mil recortes de periódicos que van del 1 de enero de 1900 al 31 de diciembre de 2000, cuenta con 20 mil fotografías, 6 mil programas de mano, audio y video de óperas, obras de teatro y comedia musical, especialmente de los años 60 al 2000.

"Esta documentación no la encuentras en ningún lado, nadie ni el CITRU (Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral) ni la Universidad (UNAM) tienen la documentación del quehacer escénico en México", dice. El material ya no está abierto a los investigadores, después de varios desaguisados como no haber recibido el crédito.

El pedagogo explica que inició su labor porque las editoriales no estaban interesadas en el teatro. "Los que se quejan de que a nadie le interesa publicar poesía, que nos pregunten cómo ha sido publicar teatro.

Empezamos con libros de esta disciplina y seguimos con danza, ópera y circo, género que ha tenido éxito internacional pero pocos los saben. Descubrimos que los artistas circenses son los más cotizados del mundo; en Mónaco hay una olimpiada de circo y los más destacados son los mexicanos, luego los rusos y los chinos.

Mientras nuestros atletas hacen el ridículo en las olimpiadas, nuestros artistas ganan medallas, pero nadie lo sabe, como tampoco saben que ya no regresan a México porque aquí nadie les pagaría ni se les reconocería como sí lo hacen en Europa y en Estados Unidos", lamenta.

Escenología mira el futuro con preocupación porque en México hay poco interés por preservar la memoria histórica de las artes escénicas, y de no conseguir el apoyo adecuado para el resguardo del acervo histórico no habrá más opción que ofrecerlo a alguna universidad fuera del país. Mientras se buscan las opciones, ya se trabaja en la digitalización.

"Lamentablemente no hay interés en las autoridades para evitar que todo el material que tenemos se disperse. Nosotros empezamos a envejecer y al rato vamos a jubilarnos, ¿quién va a continuar con el legado de Escenología? México ha tenido una gran actividad escénica, sobre todo a finales del siglo XIX y el primer cuarto del siglo XX, después hubo un gran boom entre los 50 y 70. ¿Por qué no tenemos el Museo del Teatro y sí un museo del taco? Argentina, con menos tradición teatral, tiene dos museos; España tiene dos y está preocupada por rescatar su tradición teatral. Son dos países que han padecido dictaduras y donde muchas cosas se perdieron; nosotros, con nuestra historia, nos estamos deshaciendo de todo", dice.

Los lanzamientos

Sobre los títulos en coedición con el INBA, Ceballos explica que "fueron elegidos debido a su importancia.

El actor en el siglo XVII..., Teatro musical y danza en el México de la Belle Epoque y La danza teatral en México durante el virreinato son de Maya Ramos, una de las investigadoras más importantes que tenemos en el país. En los andamios de la creación recopila la gran mayoría de las escenografías -que son maravillosas- de David Antón, es increíble constatar la capacidad artística de este genio. También vamos a publicar un libro mío que estuvo agotado hace 15 años y acabo de terminar de reescribir, que es Cómo escribir teatro", explica.

Sobre este libro, comenta: "El año pasado fui jurado de un concurso al que llegaron unas 90 obras y, horrorizado, me di cuenta que las nuevas generaciones no saben escribir teatro, ni siquiera saben cuál es su formato, lo escriben como si fuera un guión de televisión o de cine, e ignoran que el teatro tiene una estructura muy diferente. Ante esta situación decidí que debía volver a publicar ese libro, pero le añadí la historia de la dramaturgia desde los griegos y cómo ha evolucionado hasta lo que hoy conocemos como teatro".

El año cerrará con el lanzamiento de la reedición del Diccionario mexicano de teatro. Siglo XX, en el que se documenta quiénes han sido los teatristas en nuestro país. "Con este libro vamos a pagar la deuda que tenemos con el teatro mexicano, porque hoy escuchamos a gente que cree que el teatro nació con ellos y han olvidado a todas aquellas figuras fundacionales", cierra Edgar Ceballos.