El tesoro artesanal del Museo Nacional de Culturas Populares
POPULAR. Entre las piezas de arte hay obra en barro, plomo, cera, máscaras de cartón y cobre, miniaturas y textiles en varias técnicas. (Foto: CÉSAR PALMA / EL UNIVERSAL )
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Ese ángel músico, de origen totonaca, sonriente y de ojos grandes, llegó al Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP) en 1995. En su trayecto desde Veracruz, la frágil pieza de barro sufrió un accidente que le impidió llegar a las vitrinas del museo donde se exhibiría como parte de la exposición Al son que me bailes, toco. Después del proceso de restauración al que fue sometida, esa singular pieza permanece en la bodega del museo, en espera de una oportunidad para ser mostrada.
Como el ángel totonaca, la bodega de este museo creado en 1982 resguarda auténticos tesoros de arte popular. Un traje de china poblana que perteneció a alguna actriz del teatro de revista El país de las tandas; una colección de 170 pequeñas figuras de plomo decoradas con la indumentaria de los diversos grupos etnográficos del país, donadas por los artesanos Teodoro Torres y Susana Navarro; máscaras de cartón y cobre que fueron usadas en bailes rituales; una colección de cajitas de madera que con piezas miniatura recrean diversos escenarios, fabricados en un taller de Torreón, Coahuila; una variedad de piezas de los diversos Premios Nacionales de Arte Popular, son algunas piezas que se pueden encontrar en esta rica colección museográfica.
Son alrededor de 10 mil piezas de diferentes temporalidades, materiales y técnicas, que ofrecen un panorama de las diversas manifestaciones populares e indígenas del país. No son artesanías mal hechas, baratas que se puedan encontrar en cualquier mercado, éstas son piezas con valor, comenta Amparo Rincón, jefa de la colección del museo. Su valor, explica la antropóloga, reside en su importancia histórica, el autor, la técnica con que fue creada y el pueblo indígena de donde proviene, ya que, en algunos casos, son piezas que ya no se elaboran.
Acervo en revisión
Actualmente, la colección de ese museo, creado a iniciativa del antropólogo mexicano Guillermo Bonfil Batalla, quien imaginó un espacio para reconocer la creatividad de artesanos y creadores de arte popular, está en proceso de clasificación y documentación. Esa labor comenzó en 2010: "Cuando recibí el departamento me dijeron que había alrededor de ocho mil 500 piezas.
Todas estaban en libro, pero de ahí a que estuvieran bien físicamente era difícil, así que comenzamos a revisar las piezas, una por una, y a contrastarlas con el número de inventario, algunas estaban en mal estado, había que hacer todo un proceso de revisión", afirma Amparo Rincón.
Apenas se ha logrado revisar 50% de la colección, unas cuatro mil 500 piezas. "Ha habido poco interés por las colecciones del museo, es a partir de esta administración cuando se ha dado mayor énfasis, estamos documentando cada obra, por material, técnicas, autor, procedencia", señala.
La fragilidad y lo efímero de piezas como las de cera y fibras vegetales, el Museo cuenta con personal de conservación y cuidado de las piezas. "Es difícil mantenerlas y controlarlas al cien; algunas son efímeras, las más frágiles son las ceras, si tienen mucho calor se llegan a derretir y hay que restaurarlas", comenta Lázaro González Peña, técnico en museografía, quien desde 1987 se ha encargado del embalaje y restauración de las piezas.
La colección gráfica
Otro valioso acervo del museo a cargo de la Dirección General de Culturas Populares, son las tres mil fotografías, en 15 colecciones, de carácter histórico, antropológico y etnográfico, sobre procesos rituales, fiestas, danzas y procesiones en diversas comunidades indígenas. Destaca una del fotógrafo alemán Walter Reuter, imágenes de Ruth Lechuga; una serie sobre mujeres migrantes de Oaxaca, de César Ramírez Torres, una colección de Maya Goded, en comunidades de Oaxaca y Guerrero, para registrar la presencia de población afrodescendiente, y una serie de la Revolución mexicana, con fotos de los hermanos Casasola.
El próximo jueves, el museo que se ubica en Hidalgo 289, Del Carmen, Coyoacán, abrirá una exposición con 300 textiles, entre rebozos, vestidos, jorongos, morrales, trajes, huipiles y telares.