Para conservar y proteger el patrimonio cultural de arte sacro, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) catalogaron más de 450 piezas, entre esculturas de madera, pinturas y elementos litúrgicos, como textiles u objetos de metal, pertenecientes a templos de Durango.

Los objetos corresponden a la riqueza de arte sacro de seis recintos religiosos de la capital del estado, entre ellos, la Catedral y las parroquias de San Agustín y San Juan de Dios, informa un comunicado del INAH.

De acuerdo con Alberto Ramírez Ramírez, director del INAH en Durango, se han realizado 477 fichas digitales del acervo religioso, que se han integrado al Sistema Único de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos; 370 corresponden a la Catedral Basílica Menor La Purísima, cuyos trabajos se han desarrollado de 2010 a la fecha por personal del Instituto en esa entidad.

El resto de las fichas -107- pertenecen a objetos de los templos de la capital del estado, entre ellos: el de Nuestra Señora de los Remedios (siglo XVII) y Nuestra Señora de los Lagos (siglo XIX); además de las parroquias San Juan de Dios (XVII), San Agustín (XIX) y San Juan Bautista de Analco (siglo XVI).

Mediante el registro de piezas, se han podido ubicar obras pictóricas del siglo XVIII de los autores Francisco Martínez, José de Páez, J.M. González Meza, Antonio de Torres y Francisco de Mendoza; además de la única escultura con técnica de bastidor empapelado hasta ahora catalogada en la entidad; data del siglo XVIII y tienen la representación de la Virgen de Loreto, localizada en la parroquia de San Juan Bautista de Analco.

Ramírez mencionó que el registro de cada objeto consiste en la toma de fotografías por todos sus ángulos; establecer el material, técnica de manufactura y acabado; identificar la antigüedad y firma del autor (en caso de existir), hacer una descripción de la pieza, indicar su estado de conservación y anotar las inscripciones en caso de tenerlas.

Destacó que esta catalogación cumple con algunos de los objetivos fundamentales del Instituto, como la conservación y protección del patrimonio cultural. Esto permite conocer el estado de preservación que presenta cada objeto y ubica a los más susceptibles de ser restaurados, además de permitir saber la gran cantidad de objetos religiosos que existe en Durango y tener un mayor control sobre ellos, lo que a su vez ayuda a la identificación de las obras cuando son recuperadas luego de algún robo o pérdida.

Resaltó que la labor se ha logrado gracias a la participación y facilidades de la Arquidiócesis de Durango, por lo que informó que 50% de bienes corresponden a óleos sobre tela, 40% a esculturas (de pasta de caña y madera) y el resto a elementos litúrgicos, como cálices e incensarios.

A su vez, la restauradora Rosa María Ortiz, adscrita al Centro INAH Durango, dijo que del conjunto piezas sobresale la pintura "Cuadro de ánimas" del siglo XVIII -de 2.6 metros de alto y 2.1 de ancho-, firmada por Francisco Martínez, la cual se localiza en la parroquia San Juan de Dios. "El óleo sobre tela muestra en la parte superior a la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) circundada por querubines".

La especialista también destacó las esculturas de madera de San Pedro y San Pablo (78 centímetros por 34) cuya antigüedad de ambas se estima de finales del siglo XVII y a principios del XVIII, y que se localizan en la sacristía del Templo de Nuestra Señora de los Remedios. Ambas piezas policromadas y estofadas presentan repintes en la hoja de oro, que quizá le fueron colocados para evitar robos.

Actualmente, se efectúa la catalogación de los bienes muebles del templo de San Martín de Porres, del siglo XIX. Al finalizar, se continuará con los acervos de ocho templos más de la capital duranguense, que datan de los siglos XVIII y XIX, labor que pretenden concluir este año.

cvtp