Ana Clavel recibe Premio de Novela Elena Poniatowska
Entrega. "¡Que vivan los libros!", fue la frase final del discurso de la escritora Ana Clavel al recibir el VI Premio Iberoamericano de Novela "Elena Poniatowska". (Foto: Ariel Ojeda / EL UNIVERSAL )
"En lugar de menos, más presupuesto para la cultura. ¡Que vivan los libros!", fue la frase final del discurso de la escritora Ana Clavel al recibir el VI Premio Iberoamericano de Novela "Elena Poniatowska" por "Las ninfas a veces sonríen", que hoy al mediodía recibió de manos del jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, durante la inauguración de la XIII Feria Internacional del Libro del Zócalo.
Allí, la columnista de EL UNIVERSAL, aseguró que "En este país donde cada vez caben menos las metáforas y nos avasalla la realidad de la incertidumbre y la violencia, con diferencias económicas y sociales tan marcadas, la cultura puede ser el punto de encuentro y una convocatoria al diálogo verdadero, tanto el gobierno federal como los gobiernos estatales, no debieran sacrificar sus programas de difusión y apoyo a la cultura, reducir su presupuesto sería sacrificar a un más a un país herido que precisa encontrar en sus dirigentes una señal clara de voluntad para la reconstrucción social más allá de intereses políticos y económicos".
La autora de "Las violetas son flores del deseo", dijo que más allá de los disfraces, encarnaciones, etiquetas, para ella ser escritora en México ha sido un ejercicio de imaginación y libertad transgresora. "Lo he dicho a manera de juego pero también como signo de identidad ‘yo no soy mujer, soy escritora'".
Pero además recalcó que uno de los pocos espacios de libertad íntima y auténtica que tiene es la escritura. "En mi trabajo me interesa hacerles llegar a trasmano de militancias y posiciones de corrección ortopédica y política una forma de no sólo ser mujer en México sin morir en el intento".
Ana Clavel, la escritora que ha llevado su literatura a encontrarse con las artes visuales y ha montado exposiciones, instalaciones y perfomances, recuerda que con "Las violetas son flores del deseo" que son una adentrarse al deseo del incesto fue acusada de "ser políticamente incorrecta", pero a cambio tuvo la respuesta de varios lectores le han agradecido por hablar del deseo masculino "aunque no sea fácil que la gente se atreva a plantear su trepidación ante un espejo literario para examinar sus propios sentimientos enjaulados".
Y tanto le hablaron del erotismo en su escritura que con "Las ninfas a veces sonríen", novela merecedora del premio, ella decidió tomar al toro por los cuernos, pero como siempre desde una perspectiva transgresora, la del deseo con posibilidad de goce, sin culpas, sin remordimiento, sino como la encarnación del cuerpo como nuestro paraíso más próximo y auténtico.
rqm