Expulsan "cadáveres léxicos"
MADRID.? Si hubiera que definir la última edición del Diccionario de la Lengua Española , el director de ésta diría que es "la verdadera edición americana", y añadiría que su objetivo de reflejar el español utilizado en hispanoamérica, se ha cumplido. El texto saldrá a la venta en España el día 16 de octubre con motivo de la inauguración en Valladolid del segundo Congreso Internacional de la Lengua Española, y a finales de octubre en América Latina. Aquí con 350 mil ejemplares y allí con 100 mil. Conscientes de que la edición de 1992 del diccionario de la Real Academia Española (RAE) era demasiado "eurocéntrica" como acusaron algunos académicos hispanoamericanos, cuando los académicos españoles decidieron publicar una nueva edición ?la 22?, no sólo por primera vez en la historia han insertado una lista con todas las academias hispanoamericanas, su año de fundación y el nombre de sus miembros, sino que incluyeron también el doble de americanismos. Para esto último, según reconoció el director de la RAE, Víctor García de la Concha, contaron con la ayuda de sus colegas hispanoamericanos. "Cada uno de ellos revisó el léxico correspondiente a su país y al de sus países vecinos para ver si éste había caído en desuso, si había alguna definición de palabra desarticulada o si era necesario incluir alguna nueva", explicó. "Se limpió el diccionario de cadáveres léxicos o bien porque habían caído en desuso o bien porque no tenían apoyo literario. Fue una labor de revisión que no se había hecho en 100 años." Fue tal el trabajo que dos de cada tres palabras del diccionario anterior fueron revisadas en su significado. Así, por ejemplo, los académicos bolivianos pidieron jubilar 31 por ciento de los términos de uso común que aparecían en la edición de 1992, y que en Bolivia hoy son desconocidos. El resultado de toda esta labor es un diccionario que contiene el doble de americanismos que en la edición anterior (12 mil frente a 6 mil), y el doble de marcas hispanoamericanas (casi 30 mil frente a las 15 mil de la edición anterior, de ellas 2 mil 800 mexicanas frente a las mil 100 de la edición anterior). Pero la principal novedad es que a partir del próximo día 16 se podrá consultar en la página web de la academia: www.rae.es , y ver todas las ediciones anteriores, formular preguntas sobre aspectos concretos del diccionario (quién lo hace, cómo se hace y con qué medios informáticos se cuenta) y será posible enviar propuestas, observaciones y realizar consultas sobre cualquier término (cómo se escribe, cuál es su singular o su plural?). En cuanto al contenido de la 22 edición del diccionario destacan nuevos artículos y formas complejas, como alzhéimer, barman y caja de Pandora; siglas como ADN y CDROM; extranjerismos como box, kit, máster, taichi y talibán; tecnicismos como epidural, hardware, software y módem; y coloquialismos como guay, sacaperras, flipar y jopé. Además se han suprimido dialectismos españoles y americanos como fematero, que se utilizaba en la región aragonesa, y azucarería, que se utilizaba en Cuba; variantes arcaicas como cercanidad y fogar (de cercanía y hogar respectivamente) y artículos innecesarios aumentativos y diminutivos como barcote y cieguito. Durante la presentación, el secretario de la Asociación de Academias, Umberto López Morales, aclaró algunas dudas como que la palabra "Hispanoamérica" sólo debe referirse a países de lengua española; "Iberoamérica" a la suma de éstos y los que hablan portugués, y que en ningún caso debe utilizarse "Latinoamericanos" para designar a aquellas personas nacidas en América Latina. También aclaró que la palabra "talibán" puede ser empleada en plural como "talibanes", aunque en el origen se considera plural. Por último, Víctor García de la Concha dijo que cada diez años se produce una nueva edición del diccionario de la lengua española, pero que a partir de ahora y debido a los adelantos tecnológicos, éste se publicará cada tres o cuatro años en una edición que previamente se podrá ir siguiendo a través de la página web de la RAE.





