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La santería en México

Luz María Rivera/(Segunda y última parte)| El Universal
Jueves 17 de mayo de 2001
La santera en Mxico

. (Foto: EL UNIVERSAL )

Políticos perredistas, panistas y priístas han abrazado esta religión en busca de ascenso y protección para sus carreras

La música y el baile están, indisolublemente, ligados a la santería.

A los santos se les baila y se les canta: en fiestas de fechas especiales en las cuales sus adeptos agradecen los bienes recibidos.

Muchos son los artistas que han mezclado en sus cantos voces yorubas y rezos. Los mensajes y las referencias directas sólo los captan quienes están familiarizados con la terminología de esta compleja religión y con la cultura afro-cubana y afro-caribeña en general.

Los cubanos Benny Moré, Celia Cruz, Mercedes Valdés, Celina y Los Compadres, por citar algunos, cantaron y cantan a sus santos. Willie Colón y Rubén Blades tienen referencias directas en muchas de sus composiciones. La llamada "nuevatrova" cubana filtró algunas referencias, que una vertiente de la música pop en España -a partir de los años 80-, reutilizó sin saber, acaso, bien a bien, de qué estaban hablando. En este caso, cantando.

En mi Cuba nace una mata que sin permiso no la pue tumbar no la pue'tumbaaar porque son orischas esa mata nace en el monte esa mata tiene poder esa mata eees Sihuaraya ...

Acaso mariguana como sostienen algunos, lo cierto es que "la mata" sigue dando de qué cantar. En nuestro país, a la par de la práctica religiosa, surgieron las vertientes de la parte lúdica de la santería: aquella que tiene que ver con la fiesta, el baile y el canto.

Lázaro Cárdenas Batel, hijo del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, es un reconocido y estimado santero. "Lazarito", como le dicen los santeros viejos, es un confirmado "Omó Añá" o hijo del tambor. Este diario intentó, durante varios meses, entrevistar al primogénito del ex candidato presidencial, sin éxito. Sólo fotografías, referencias y citas en las revistas del ambiente, dan cuenta de la estimación del joven y su aplicación a esta religión. En la revista Santería. Ciencia y religión , en sus números 8 de 1994 y 13 de 1995, aparece Lázaro tocando el "Iyá".

Retomamos un fragmento de lo que escribe otro santero -Leonel Oshé Miwe-, acerca de la importancia de los tambores en la santería y que fue publicado en el número 12 de esa revista: "También de los yorubas vienen los tambores Batá o Añá, llamados de ambas formas. Estos tambores son deidades y sólo deben ser usados para llamar a las divinidades. Añá lleva el mensaje de los hombres a los dioses, no debe ser usado en fiestas públicas; para ello se usa un juego de tambores parecidos, pero sin consagración ni fundamento, estos son llamados "Abericolá". "Hoy México cuenta con Añá propios, que dejarán el legado a muchas generaciones y encontrarán todas las deidades en esta tierra, siendo que los primeros iniciados se verán obligados a buscar estos recursos en otras tierras. México también tiene raíces africanas, pero no había acaparado la extensión de esa cultura. Hoy gracias a la libertad de cultos que pocos países poseen, esta tierra recopila poco a poco una cultura que también le pertenece".

"Al recibirlo su futuro dueño, debe llevarle una ofrenda en una canasta que llevará en su cabeza desde el comienzo hasta el término de la ceremonia. Esto en pago al derecho como dueño (Oluwo Aña) de los nuevos tambores, que concede el tambor que funge como padre. El santero fundamentado en Añá, recibe el nombre de Omó Añá (hijo del tambor) o sea, hijo de sus secretos, y puede fungir como su dueño, pero sin llegar a descorrer el velo de sus inshes secretos".

"Ya contamos con dos juegos de tambores de fundamento, cuando ayer no existía ninguno. Esto muestra no sólo un adelanto para la religión Yoruba en México, sino la recuperación de otra de las deidades que también le pertenece a la cultura mexicana..." Hasta aquí la cita.

En México, los santeros abundan y quienes se dedican a curar o a predecir mediante sus complicados sistemas de adivinación -caracoles, cocos, agua, etcétera-, manejan un secretismo que se distiende, apenas creen vislumbrar los móviles de los curiosos.

Pero lo que hablan es negado al poco rato de charla. Dicen que, "en consulta" con su santo respectivo, éste les ha prohibido hablar de tal o cual aspecto. Sin embargo, EL UNIVERSAL habló con varios de ellos, cubanos y mexicanos. Después de meses de insistencia y charlas que no llevaban la formalidad de una entrevista, sólo tres de los diez consultados accedieron a figurar como informantes. Algunos otros pidieron el anonimato y otros más, cambio de nombre.

Mostraban fotos y revistas especializadas -como la desaparecida Santería. Ciencia y religión , dirigida por José Rodríguez Breñas, un interesante muestrario de lo que es esta práctica en México-, aunque se negaron a proporcionar aquellas fotografías donde aparecen artistas y conocidas cantantes de pop-rock mexicano o políticos -priístas, perredistas y panistas-, en plenas ofrendas y celebraciones, o "toques de tambor" a sus santos.

Reconocen que su religión -como la católica, cristiana u otras- ha sido utilizada por malas personas, narcotraficantes, ladrones a gran escala o asesinos que la mezclan con ritos o invocaciones al diablo. "Un desprestigio", admiten; uno de ellos ejemplificará con el ex dictador chileno Augusto Pinochet "un conocido católico que iba a misa los domingos..." La santería no ha quedado a salvo de esta situación. Aun así, y a pesar de las críticas, esta práctica sincrética ha llegado a México desde hace algunos años, y todo parece indicar que llegó para quedarse.



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