Habitantes del pueblo de San Marcos Tlazalpan, municipio de San Bartolo Morelos, estado de México, están sin agua potable desde hace 10 meses.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) les cortó la energía para el bombeo del sistema hidráulico que abastece a la comunidad, debido a un adeudo que tienen con la compañía.

En una visita a EL UNIVERSAL, representantes del nuevo Comité de Agua Potable de Tlazalpan denunciaron irregularidades en las cantidades manejadas por la CFE, pues mientras en las oficinas de la Comisión en Atlacomulco el adeudo asciende a más de 700 mil pesos, en las oficinas nacionales sólo hay un adeudo de 28 mil 345 pesos.

El comité asegura que están dispuestos a reestructurar el adeudo y pagar el consumo siempre y cuando el monto sea justo, para terminar así un problema que lleva 20 años.

El problema

La antigua administración del Comité, a cargo de Mateo Gil de Jesús, duró 20 años, aunque había sido electo para sólo tres. Bajo su cargo el pueblo se endeudaba de manera constante, a pesar de los pagos de los pobladores. Cada año el suministro invariablemente es cortado y los habitantes tienen que extraer agua de los pozos cercanos.

Esta práctica representa un riesgo, ya que corren el peligro de caer en uno de estos y morir, advirtieron sus representantes.

Debido a la falta de agua y a los adeudos constantes fue elegido un nuevo comité para poner fin a ese añejo problema. Luego de hurgar en los archivos, los recién electos descubrieron que el titular del contrato de luz ante la CFE es Marco Antonio Amador, jurídico de la propia comisión en Atlacomulco y no, como se esperaría, algún miembro del pueblo de Tlazalpan.

Así fue como la nueva administración decidió averiguar cuál era el monto real de la deuda y si había posibilidad de renegociarla, por lo cual se acercó a las oficinas nacionales del CFE, ubicadas en Melchor Ocampo 469, en el Distrito Federal.

Tienen la sospecha de que en la oficina de Atlacomulco se ha venido cometiendo un fraude con los pagos que hace la comunidad -que se rige bajo usos y costumbres- mediante una doble facturación. Es decir, mientras en Atlacomulco les facturan una cantidad, a la oficina de Toluca le reportan otra diferente.

Las irregularidades

El 15 de diciembre se presentaron ante las oficinas de la CFE nacional con el número de servicio que corresponde a cada uno de los tres medidores que tienen instalados. "Ahí salieron las cantidades; la facturación dio 28 mil 345 pesos", cuenta Antonio López, secretario del Comité de Agua Potable. Con esta información regresaron a las oficinas en Atlacomulco, donde el agente comercial Víctor Manuel Hernández Salas aseguró, una vez más, que el adeudo era de 700 mil pesos.

Hernández Salas les dijo a los representantes de Tlazalpan que la deuda se podía renegociar, si el pueblo pagaba el 25% del monto y lo demás era distribuido en pagos diferidos.

"Le mostramos la información que nos habían dado en la CFE nacional y su expresión cambió, nos dijo que arreglaríamos después el asunto y se negó a darnos una copia del acuerdo que él mismo nos proponía para saldar la deuda", cuentan los representantes vecinales.

Antonio López señala que se dirigieron entonces a la CFE con sede en Toluca. Ahí les confirmaron los datos proporcionados por las oficinas en Melchor Ocampo: el adeudo total era de 28 mil 345 pesos.

Los recibió Sergio Guadarrama Aranda, jefe de la Oficina de Atención a Clientes, quien les pidió que el asunto se arreglara en Toluca. Para esto, los miembros del comité se habían entrevistado ya con el diputado federal Ramón Jiménez López, por consejo de la Organización de Pueblos Indígenas del Estado de México (OPIDEM), quien prometió mandar su caso a la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados.

Guadarrama Aranda ordenó a la sede en Atlacomulco que realizara otra lectura de los medidores para revisar las cifras reales. "Para nosotros esto es como conocer que estamos bien", dice Antonio López Juárez.

Aseguran que el problema aún no está solucionado

"Tenemos miedo de que cuando vayan a tomar la nueva lectura de los medidores se vuelvan a alterar las cantidades, puede ser mayor o puede ser menor, no sabemos".

Dicen que en el pueblo pasan muchas injusticias, y tiene muchos problemas. "Lo único que queremos es acabar con esta corrupción", advierten.San Marcos Tlazalpan es una comunidad que ni siquiera cuenta con teléfono público; sus pobladores tienen que trasladarse hasta Atlacomulco para hacer sus llamadas.