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CUAUTITLÁN IZCALLI, Méx.— En 31 años no tuvo faltas ni retardos. Tampoco se incapacitó por enfermedad ni accidente de trabajo. Pero de todos modos fue despedido a pesar de que hace dos años fue considerado por una revista de negocios como uno de los mejores 10 trabajadores del país.

Se trata de Roberto Meza García, de 50 años de edad, quien es uno de los 650 trabajadores de la planta de Ford en Cuautitlán que firmaron su retiro “voluntario” debido a la reconversión de la empresa, por lo que la planta cerrará sus puertas a partir del viernes y serán reabiertas hasta 2010.

“Me siento orgulloso de haber trabajado en la planta, pero al mismo tiempo me siento defraudado. Es una gran empresa y he tenido muchos logros, pero pudo haber hecho algo más por nosotros”, enfatiza.

“Había muchos proyectos, muchas alternativas que se pudieron haber tomado, pero la empresa tomó el camino más fácil: la liquidación. Siento que la empresa está echando a la basura 20 años de experiencia. Alguna vez Henry Ford dijo que la experiencia fragua la calidad”.

Meza García relata que su padre trabajó 26 años en la planta de Ford en Cuautitlán y prácticamente desde que tuvo uso de razón visitaba las instalaciones de la fábrica, hasta que en 1977 entró a trabajar en ella.

“Tengo récord perfecto”, reitera, y asegura que por ello obtuvo muchos reconocimientos. Hace dos años una revista especializada en negocios publicó un reportaje sobre las 10 mejores empresas del país y los 10 mejores trabajadores, entre los cuales estuvo él.

Juan José Sosa Arreola, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de Ford (Sintraford), indica que en 1987 la planta Cuautitlán tuvo un problema similar y cerró durante un tiempo, para luego recontratar a trabajadores con menos prestaciones y salarios.

Explica que una situación similar ocurre de nuevo y el sindicato aceptó la propuesta de la empresa de cerrar durante un año y volver a abrir sus puertas con nuevos proyectos y tecnología, a cambio de lo cual serán contratados 3 mil trabajadores en 2010.

Sosa destaca que hace cuatro meses se convino la liquidación de los 650 trabajadores que todavía laboraban en Ford —que en los años 80 llegó a tener 5 mil empleados—, por lo que la empresa será cerrada definitivamente el próximo viernes, aunque quedará una plantilla de alrededor de 50 empleados para dar mantenimiento a la maquinaria.

El líder sindical califica el cierre de la planta como doloroso, pero al final beneficiará a más trabajadores que los actuales, aunque reconoce que no todos los ex empleados serán recontratados, ya que el promedio de edad es de 45 años y el nuevo proyecto requiere gente joven, además de que 20% de los ex trabajadores tiene sólo escolaridad de nivel primaria, lo que no fue obstáculo para que se convirtieran en obreros especializados.

Norberto Aguilar Morales, de 44 años de edad y 10 de antigüedad en la planta, confía en que el cierre durará sólo algunas semanas y será recontratado. Dice que está muy agradecido con la empresa porque le dio la oportunidad de mejorar el nivel de vida de su familia, y destaca que muchos hijos de obreros son profesionistas gracias al esfuerzo y trabajo de sus padres, así como a los salarios que pagaba la empresa.

“Como nos han dicho que va a haber trabajo, yo estoy esperando para reingresar. Las modificaciones en la planta van a tardar y en lo que se normaliza la producción, pero va a haber una plantilla. No sabemos cuándo nos van a recontratar, nos van a llamar. Va a haber mucho trabajo, eso es lo que han dicho y ya depende de si le conviene a uno”, concluye.