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Los hermanos Israel y Noé Cañas Ovalle, quienes formaban la célula “B” de la banda de La flor y eran responsables del cuidado de la víctima, de acuerdo con la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), aprendieron el negocio del secuestro de su antiguo líder, un joven de nombre Giovanni quien apoyado por su madre, primos y esposa operaba casas de seguridad al sur del DF.

De acuerdo con la investigación de la PGJDF, la investigación del secuestro y crimen de Fernando Martí ha propiciado la búsqueda de casos de secuestro ocurridos en el Distrito Federal y en el estado de México, denunciados ante las procuradurías General de la República y de Justicia capitalina.

El caso de la denominada célula “B” de la banda de La flor, según la PGJDF, ha permitido encontrar al menos tres averiguaciones previas de secuestro que se acumulan a la central con número FSPI/T1/1487/08-08.

Las averiguaciones previas acumuladas son la XO-1/T2/204/04-02 y la XO-1/T2/1624/02-08, por secuestro agravado en la delegación Xochimilco, además del expediente abierto en la PGR en la averiguación previa PGR/UEDO/238/2002.

Según la historia de esta organización cuyo líder era Giovanni Rodríguez Bautista y que usaban casas de seguridad en Pedregal de Santo Domingo y Xochimilco, las víctimas coinciden en que el líder era un hombre muy joven que era apoyado por otro conocido como El Gordo, quien coincide con las características de Noé Cañas.

Según los relatos de los testigos, esa banda de secuestradores se caracterizaba por utilizar una camioneta Suburban color crema en la que se llevaban a sus víctimas, quienes eran sometidas en pequeños cuartos vacíos de casonas custodiadas por perros.

Mujeres adultas, a quienes apodaban “tías”, eran las encargadas de proporcionar alimento durante los días de cautiverio.

El propio Noé Cañas, en su declaración ante el Ministerio Público de la Fiscalía para la Seguridad de las Personas y las Instituciones, reconoció que estuvo preso en dos ocasiones en el Reclusorio Oriente por sus posibles vínculos en dos casos de secuestro en la delegación Xochimilco.

Respecto a la primera averiguación previa, afirmó que estuvo preso en el Reclusorio Oriente a disposición del Juzgado 15 Penal; y sobre la segunda, ingresó en diciembre de 2002 en el mismo juzgado y reclusorio.

La banda de Giovanni, de donde proviene la célula “B” de la banda de La flor, armó toda una estructura familiar en la que incluso utilizaban a menores de edad durante los procesos de secuestro.

De hecho, era el propio Giovanni, a través de su primo Rubén Campos Rodríguez, quien reclutaba a hombres, en su mayoría desempleados, para que se sumaran a la banda.

Tal es el caso de un ex policía de la Secretaría de Seguridad Pública, Juan Luis Hernández Domínguez, quien fue reclutado para seguir a los familiares de los secuestrados que acudían a entregar el rescate.

Juan Luis Hernández Domínguez fue uno de los integrantes de la banda de Giovanni, detenido durante el cobro de un rescate en la zona sur de la capital, casi en los límites con el estado de México.

Dentro de la organización aprendieron a hablar con claves y también a amedrentar a los familiares con “enviar paquetes” o “dedos”, a fin de presionar para la entrega del dinero del rescate.