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El caso Lobohombo está jurídicamente cerrado.

Aunque el procurador general de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Miguel Ángel Mancera Espinosa, mencionó que tras la captura de Alejandro Iglesias Rebollo, se volverá a revisar su posible participación en la muerte de 22 personas en el incendio en la discoteca Lobohombo, el caso prescribió.

Lo anterior fue confirmado por el fiscal de Procesos del Reclusorio Oriente, Pedro Pablo García de León Díaz. “Él (Alejandro Iglesias) siempre estuvo prófugo y el delito prescribió”, informó a EL UNIVERSAL. No obstante, dijo que aún revisan en qué fecha ocurrió ello.

El llamado zar de los giros negros fue acusado de delito doloso por la tragedia registrada el 20 de octubre del año 2000, en un incendio en que no había puerta de emergencia en servicio, y se dio la orden de no permitir la salida a nadie porque no estaban liquidadas las cuentas.

Consultado al respecto, Guillermo Zayas, quien en ese tiempo era fiscal de Homicidios y llevó el caso, mencionó que ya está cerrado, aunque dijo no recordar los pormenores.

“De ese caso ya no hay nada”, mencionó el hombre que enfrenta una situación similar al haber sido acusado de la muerte de 12 personas en un operativo policiaco en otra discoteca, la New’s Divine.

Al igual que sucedió con Zayas, Iglesias Rebollo consiguió —en 2000—, un amparo con el que consiguió la reclasificación del delito, pasando de homicidio doloso a culposo.

Al tratarse de un delito menor, el acusado sólo habría permanecido de tres a seis años en prisión, y conseguido una fianza para no ser encarcelado, según abogados consultados, pero nunca fue procesado.

De esta manera, el delito “caducó” justo cuando Iglesias debió cumplir la sentencia, tomando en cuenta la fecha en que se giró la orden de aprehensión (en el año 2000). Los cálculos entonces señalan que el ilícito prescribió hace uno o dos años.

En octubre de 2000, Antonio Gress, apoderado legal y socio de Iglesias Rebollo, fue consignado a un juez penal del Reclusorio Norte, como presunto responsable del delito de informes falsos a una autoridad distinta a la Judicial, al pretender deslindar al empresario del llamado Grupo Titanium.

Socios y empleados de Iglesias Rebollo han sido detenidos y encarcelados, pero finalmente liberados. Tal es el caso de Juan Manuel Suzumo Murakami Ortiz, Antonio Gress, Adrián Iglesias Rebollo, Mario Medina Iglesias y Margarito Garduño.

Resalta el hecho de que el año en que Iglesias Rebollo era buscado, la Policía Judicial tenía más de 13 mil 131 órdenes de aprehensión y reaprehensión rezagadas.

Entre ellas estaba la del zar de los giros negros, y para su detención la PGJDF pidió a la Interpol apoyo para su captura.

En 2004, el entonces procurador capitalino Bernardo Bátiz mencionó que las investigaciones señalaban que el individuo se encontraba oculto en Estados Unidos.

Tras la salida de Bátiz Vázquez, el caso Lobohombo no fue vuelto a mencionar.

El pasado lunes, Iglesias Rebollo fue detenido luego que su hija de 14 años de edad acudió a la Fiscalía Desconcentrada en Coyoacán a denunciar violencia intrafamiliar.