Coyotes operaban una notaría pirata
alejandro.cuenca@eluniversal.com.mx Durante las investigaciones de las autoridades capitalinas para desarticular la red de coyotes que operaba en el Registro Público de la Propiedad y Comercio (RPPC), se detectó la existencia de una notaría pirata frente a las propias oficinas de ese organismo y en el mismo inmueble donde operaba el líder de la banda de seudogestores, José Guadalupe Ruiz Suárez, alias El Perro. Esta falsa notaría, que se ostenta como la número 94, se ubica en la calle Carlos J. Finlay número 15 de la colonia Cuauhtémoc. Junto a la entrada principal de esa supuesta oficina se localiza la papelería que era el centro de operaciones de la banda de coyotes detenida la semana pasada. Descubierta la oficina pirata, las autoridades capitalinas ubicaron a Higinio Guerra Velarde como la persona que presuntamente se ostenta como el notario número 94. El predio, con todo y la papelería, están escriturados a nombre de Gloria Elena Velarde de Guerra, madre de Higinio. En entrevista, José Ignacio Sentíes Laborde, presidente del Colegio de Notarios, refirió que hasta 2001 y durante medio siglo, en la calle Carlos J. Finlay 15 sí funcionó la notaría 94, entonces encabezada por Higinio Guerra y Guerra, pero cuando falleció se clausuró la oficina y se cerró el protocolo de la misma; sin embargo, ahora el hijo de aquel viejo abogado es quien presuntamente dirige la oficina y hace trámites. Para ser notario el aspirante debe someterse a dos exámenes de oposición ante autoridades y el Colegio de Notarios, y obtener una calificación de excelencia, lo que no ha hecho Guerra Velarde. Al indagar el modus operandi de esta falsa notaría, las autoridades detectaron que ahí se ofrecen gestiones como testamentos, traspasos, cartas poder o actos de compra-venta, sólo que los documentos se emiten a título de otra notaría, la 144, en donde realmente trabaja Higinio Guerra Velarde. Ayer se buscó al notario 144, Alfredo Miranda, y a Guerra Velarde, pero en esa oficina informaron que el primero no daba entrevistas y el segundo no se encontraba. Con la detención de El Perro, se detectó que los integrantes de esa banda hacían gestiones ante el RPPC con documentos de la notaría 144 y de la falsa notaría 94, aunque aún las investigaciones no establecen una complicidad entre las partes. Luego de ubicar la falsa notaría, la Dirección General Jurídica del gobierno de la ciudad, a cargo de Eréndira Salgado, así como el verdadero notario 94, Érick Namur, presentaron denuncias penales en espera de que el Ministerio Público inicie un proceso por usurpación de funciones. Las autoridades locales desconocen desde cuando operaba esa notaría pirata, pero su descubrimiento fue un hecho casi fortuito, pues hasta antes de que se detectara a la red de coyotaje encabezada por José Guadalupe Ruiz Suárez, alías El Perro, la supuesta oficina nunca despertó sospechas de las autoridades o del Colegio de Notarios, cuyo presidente aceptó: No sabíamos nada. Hace dos semanas, cuando las cámaras que se localizan dentro y fuera del RPPC seguían los movimientos de la red de coyotes, uno de esos equipos de seguridad detectó que María Trinidad Ruiz, hija del líder de la banda, había ingresado a la notaría 94. Las autoridades locales le informaron de inmediato al titular la notaría, Érick Namur, que la mujer se encontraba en el edificio de Carlos J. Finlay número 15, pero el notario respondió que su despacho se ubica realmente en la calle Dante, en la colonia Anzures, en Miguel Hidalgo. Ayer, la papelería permanecía cerrada y en la notaría pirata nadie abrió la puerta del inmueble.





