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Fiesta para ellas. Para las de arriba; todas famosas y bellas, siempre sonrientes y polémicas pero, sobre todo, admiradas.

Fiesta también para las de abajo. Amas de casa, morenas, chaparritas, humildes, luchonas y de múltiples personalidades: madres, psicólogas, gestoras de becas y cursos para sus vecinas, consejeras, luchadoras sociales, pacificadoras en pleitos intrafamiliares.

Dos mundos que se hicieron uno durante casi tres horas bajo el techo del salón de usos múltiples de la delegación Álvaro Obregón, en donde su titular, Leonel Luna, las homenajeó a todas previo al Día Internacional de la Mujer.

Con manteles blancos y festones color amarillo PRD en cada mesa y silla, Leonel dio instrucciones para que las líderes de las 420 colonias de la demarcación se conviertieran en invitadas especiales en la entrega de premios a La Mujer del Año 2008.

Ellas fueron la mayoría que aplaudía, previo a la entrega de premios, el arribo de divas de ayer y ahora.

En el rating las famosas quedaron empatadas. Tantos aplausos, gritos y saludos hubo tanto para la menudita María Victoria como para la periodista Mara Castañeda. Luz Elena González, Luz Blanchet, Guadalupe Pineda, Claudia Quijas y la cantante Dulce quedaban en el podium de invitadas que en realidad era igual a las demás mesas llenas de mujeres de los barrios y colonias.

Puntual, a las tres de la tarde, Leonel Luna llegaba al sitio y saludaba de mano a cada persona, famosa o no. Luego el hijo de José José, José Joel, animaba la fiesta.

En el escenario, Margarita Gralia era la primera en recibir el premio y la medalla como mujer del 2008. Le seguirían Matilde Obregón; las periodistas Mara Patricia Castañeda, Julieta Lujambio, Janet Arceo, Fernanda Tapia, Tere Vale, Gaby Vargas, la pintora Martha Chapa, la empresaria teatral Fela Fábregas.

Tres mujeres, líderes de sus comunidades dicen que hay mucho que celebrar. Angélica Hernández, Eugenia García Flores y Beatriz Campos, dicen que la violencia es una constante, que las limitaciones para que ellas hagan lo que ellos hacen poco han cambiado, sin embargo, lucen felices al decir que hay mucho que celebrar, lo primero: “Ser mujer”. Con eso basta y sobra, agregan.