Qué bueno que me detuvieron, aceptó ‘Caníbal’
jorge.medellin@eluniversal.com.mx Al igual que Juana Barraza, la multihomicida conocida como La Mata viejitas, José Luis Calva Zepeda celebró haber sido detenido por la policía, ya que “no podía seguir cometiendo más crímenes”. Por unos instantes, Calva mostró el arrepentimiento que llegan a dejar salir los asesinos seriales, al expresar que sentía mucho haber asesinado a Alejandra. —Ahora que ya pasó todo esto y que estás en el hospital, ¿qué sientes al respecto? —le preguntó la criminóloga Patricia Payán Vidaña a Calva. —Yo siento mucha tristeza por la familia de Alejandra y por ella misma, y qué bueno que me detuvieron porque así yo ya no voy a ocasionar daño — le dijo Calva Zepeda a la especialista de la Subprocuraduría de Averiguaciones Previas Centrales. Resignado, más sereno que en la primera entrevista que le realizaron peritos criminólogos de la Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF), Calva habló por segunda vez con Payán el pasado viernes, y le dijo que extrañaba mucho a sus tres hijas, pero en especial a las dos que tuvo con Aidé, la mujer con la que vivió siete años y a la que conoció en un templo de sanación. “Me da tristeza que vayan a recordarme como un asesino, como una persona que pasará a la historia por haber matado y no por haber escrito libros”, le dijo cuando habló con él por segunda vez, en un seguimiento que busca establecer con más detalle el perfil criminológico de Calva. “Esta vez sí fue capaz de sostenerme la mirada, además de que se mostró más sereno y, sobre todo, con rasgos de adaptabilidad al medio en que se encuentra”, explicó la especialista al relatar que Calva soporta las bromas de los internos pero sigue rechazando que le llamen Caníbal, porque asegura que jamás probó la carne de Alejandra Galeana, su última pareja. “Monroy quería conmigo, yo no” Calva negó en la entrevista haber sostenido una relación amorosa con Juan Carlos Monroy Pérez, como se ha señalado por parte de la Procuraduría capitalina y la del estado de México. A Patricia Payán le aseguró que “él era el que quería algo conmigo, pero nunca hubo nada; sólo nos conocimos durante unos meses, no años, como se ha dicho”, agregó. Sin embargo, esta versión contradice lo declarado en el estado de México por Juan Carlos Monroy y con el año en que fue asesinada Verónica Martínez Casarrubias y arrojada en Chimalhuacán. El crimen se cometió en 2004, y entonces Monroy le había ayudado a Calva —como lo confesó al ser detenido— a mover el cuerpo de Verónica a quien ya había estrangulado. De las declaraciones de Monroy se desprende también que habría presenciado el descuartizamiento y que no pudo impedirlo porque estaba amenazado de muerte. Entonces, José Luis Calva y Juan Carlos Monroy se conocían por lo menos desde 2004 y no hace unos meses. Hablará sólo con el mejor postor Una vez iniciado y avanzado el proceso penal en su contra, Calva Zepeda comenzará a dar entrevistas, pero las cobrará al medio de comunicación que lo busque para contar su historia, le indicó a la criminóloga. Usará la misma estrategia que Juana Barraza, agregó Payán, quien tuvo un papel relevante en la solución del caso de La Mataviejitas, ya que incluso elaboró el busto con los rasgos de la mujer para que se le pudiera localizar. Quería ser detenido Patricia Payán Vidaña sostiene que si no se le hubiera capturado, José Luis Calva muy posiblemente habría asesinado a más mujeres. A pesar de que parecía haber comenzado a cansarse de cometer crímenes, Calva Zepeda había llegado a un punto de su trastorno de personalidad en el que no podía controlar el impulso de matar. “En la historia de los asesinos seriales no hay nada que los detenga, a menos que ellos cometan otro delito como una infracción o un error. Es raro que se les llegue a detener como resultado de una investigación policial”, indicó. Sin embargo, cuando se trata de agresores o violadores sexuales, sí se logra la captura, pero cuando se trata de asesinos seriales es más difícil. Llegan entonces a una etapa en la que “piden ser detenidos, como hizo Juana Barraza. En esa fase estaba José Luis Calva Zepeda desde hace unos meses.





