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Tres compañías de taxi se disputan la prestación de servicios en lo que será la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM): el histórico Sitio 300, y los emergentes Protaxi Ejecutivo y Porto Taxi Ejecutivo, de reciente creación.

Sus precios figuran entre los más caros del país e incluso superan a los de terminales como Helsinki, Singapur, Bangkok, Hong Kong o Madrid (Barajas), y están casi a la par de costos en transportación terrestre como los de los aeropuertos de Sao Paulo, Beijing y Copenhague, según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

Sus tarifas van de los 80 hasta casi los 2 mil pesos por servicios en 10 regiones de la zona metropolitana, en cinco puntos más de la zona conurbada y otros cuatro destinos en igual número de ciudades de provincia cercanas al Distrito Federal.

Esta situación ha hecho que, en repetidas ocasiones, la Comisión Federal de Competencia (CFC) haya buscado mecanismos para terminar con la hegemonía, el “monopolio” de Sitio 300, que de manera abierta domina los servicios en la terminal aérea y se niega a la operación en ese lugar de otros taxis, con el argumento de problemas de seguridad y el “descontrol” que los usuarios tendrían ante otro prestador de servicios.

Su actividad monopólica, dice la CFC, ha hecho que en el AICM existan “las tarifas más altas del mundo (sic) para la transportación terrestre de pasajeros”. En consecuencia, se da una “subutilización de los taxis, que sólo pueden realizar un viaje con pasajeros de la terminal aérea a sus destinos, lo cual eleva las tarifas a los usuarios”.

Privilegiados

Sitio 300, con cerca de 30 años de antigüedad en el aeropuerto, está integrado actualmente por mil 500 choferes que operan mil 37 vehículos, entre autos sedán y camionetas Suburban.

Porto Taxi surgió en febrero del año pasado, tras el vencimiento de los permisos que en 1996 firmaron Sitio 300, y las empresas, Benito Juárez, Quetzalcóatl, TTTSA y Xicoténcatl. Sitio 300 y TTTSA obtuvieron amparos para seguir laborando y desde entonces están en la misma situación.

Esta última compañía (TTTSA), cambió de nombre y formó, con choferes ejecutivos, la compañía Porto Taxi, que agrupa a 50 permisionarios.

En la mira de esta empresas está la concesión de la Terminal 2, que deberá entrar en operación en 2008 y cuya apertura significará la generación de al menos 3 mil 600 empleos en diferentes áreas.

Su puesta en marcha podría también poner fin al “monopolio” de Sitio 300, empresa que, en voz de Hugo Guerrero, presidente de la organización, mueve anualmente un promedio de 1.8 millones de personas desde y hacia el AICM, en vuelos nacionales y extranjeros.

Hoy día el AICM tiene una afluencia añnual de 25 millones de personas. Una vez en funcionamiento la Terminal 2 del AICM la cifra aumentará a 32 millones usuarios.

Asegura, para explicar la situación de los mil 500 taxistas que trabajan en los mil 37 vehículos del sitio, que “cada concesión son permisos independientes; así que no hay un monopolio, no existe un monopolio”.

Cuidando el pan

En la actualidad se realizan en promedio 800 operaciones de aterrizaje y despegue al día, lo que significa la movilización de casi dos millones de personas en taxis del aeropuerto. A esa cifra se suman los usuarios que llegan en otros coches de alquiler, en sus propios autos o en servicios especiales de transporte y hasta en el Metro.

Quienes deciden usar los taxis de la terminal aérea deben pagar tarifas que van, en el caso de Sitio 300, de los 80 a los 255 pesos en automóviles tipo sedán en 10 zonas de servicio que abarcan todo el Distrito Federal.

La tarifa oscila de los 300 a los 550 pesos si se viaja a otros seis puntos de la ciudad y zona conurbada, clasificados por su complejidad en desplazamiento y lejanía del AICM.

Además, Sitio 300 —al igual que los otros dos servicios denominados Porto Taxi y Protaxi— viajan a las ciudades de Cuernavaca, Puebla, Querétaro, Toluca y Pachuca cobrando tarifas presentadas, registradas y avaladas por la SCT. En el caso de Sitio 300, los traslados a las ciudades mencionadas van de los 785 pesos (Pachuca) a los mil 690 (Querétaro).

Porto Taxi tiene tarifas más elevadas pero menos personal, y usa autos grandes de mayor capacidad, como camionetas Suburban. Sus precios van, en la ciudad de México, de los 135 pesos hasta los 455 en las mismas 10 zonas autorizadas por la SCT.

En cuanto al servicio en zonas alejadas del AICM, las tarifas van de los 505 pesos hasta los 975. Y sus servicios a las mismas ciudades que rodean a la capital del país van desde los 1,050 pesos (Pachuca) hasta los 1,990 pesos (Querétaro).

Hugo Guerrero, líder y representante sindical de Sitio 300, explica que los mapas de servicio y tarifas en los que se basan los taxistas del AICM datan de 1985 y reconoce no saber cuáles fueron los criterios con los que se determinaron los precios aplicados a cada zona o región.

En opinión de la CFC, dos han sido las consecuencias directas del control ejercido por la Asociación Civil Sitio 300) en el aeropuerto. La primera, es que este dominio ha hecho que en el AICM existan “las tarifas más altas del mundo para la transportación terrestre de pasajeros” y que aunado a ello se dé una “subutilización de los taxis, que sólo pueden realizar un viaje con pasajeros de la terminal aérea a sus destinos, lo cual eleva las tarifas a los usuarios”.

Lo anterior forma parte del Oficio PRES-10-096-2007-182, entregado el pasado 4 de octubre por la CFC a la Comisión de Economía y del Comité de Competitividad de la Cámara de Diputados.

El texto propone, entre otras cosas, el retiro paulatino de la inversión gubernamental en el aeropuerto y acciones para abrir el servicio de taxis al sistema de transporte público —lo que daría fin al predominio de Sitio 300—, que elevarán la competitividad.

Pero Hugo Guerrero nunca ha estado de acuerdo con la definición de la CFC y sostiene que la Asociación de Taxistas Agremiados para el Servicio de Transportación Terrestre Sitio 300 AC “no es un monopolio”.

No obstante, reconoce que las tarifas son altas, pero insiste en los niveles de seguridad que avalan el servicio.

El problema es que pese a ser una las terminales aéreas con precios más elevados, estos podrían incrementarse pronto, luego de la reunión de asamblea que Sitio 300 tendrá a finales de este mes para decidir si mantiene las mismas tarifas que desde hace cuatro años han manejado o si el aumento a la gasolina los obliga a “ajustar” los cobros, dice Guerrero.

Adrián Sosa, secretario de Fiscalización del Sitio 300, asegura que la gran mayoría de los asaltos contra usuarios del aeropuerto se cometen precisamente en taxis no controlados.

Mientras ocurre la reunión de taxistas de Sitio 300, Guerrero acepta también que “solo cinco” de los choferes de la empresa operan en una situación peculiar: manejan taxis cuyos titulares del permiso ya fallecieron.