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Con la experiencia de haber construido Pericoapa y bazares de autos en Lomas Verdes y Tepepan, el Grupo Adelac presentó un anteproyecto para edificar la Torre Bicentenario en el cruce de Periférico Sur y la carretera Picacho Ajusco, delegación Tlalpan, con una plaza comercial de tres pisos, un estacionamiento subterráneo de seis niveles y una inversión de hasta 700 millones de dólares.

De acuerdo con el anteproyecto, presentado en conferencia de prensa, el edificio “inteligente” tendría un hotel y restaurantes; 350 metros de altura, 50 más que la torre planteada por Grupo Danhos en la delegación Miguel Hidalgo.

Según Guillermo Martínez, encargado del área financiera del Grupo Adelac, dicha torre generaría 20 mil empleos indirectos y mil permanentes en los tres años de su construcción.

Para financiarlo, dijo, “se buscarán todos los vehículos financieros existentes, incluyendo los Fideicomisos de bienes raíces (Fibras)”, además de que ya tienen relación con ocho grupos empresariales de México y cajas financieras de España y Alemania.

Según Héctor Tagle, arquitecto encargado del proyecto, la edificación de la Torre Bicentenario en Tlalpan llevaría consigo la construcción de carreteras de peaje, como la autopista Ajusto Topilejo, que conectarían el poniente con el sur, pasos a desnivel y el distribuidor vial Perisur-UNAM, la avenida Paseo Bicentenario, una nueva línea del Metro, un parque cultural en Ciudad Universitaria, el Parque Bicentenario y hasta un aeropuerto al sur del Distrito Federal.

Alejandro de la Cruz, presidente del Grupo Adelac y dueño de una compañía de renta de aviones ejecutivos, defendió el proyecto: “puede sonar a sueño güajiro, pero es un proyecto que viene a dar orden y bienestar social a la zona por la gran cantidad de fuentes de trabajo y riqueza que va a generar. Mi interés fundamental es darle mejor calidad de vida a los habitantes de la ciudad y que los que menos tienen reciban beneficios”.

Aseguró que tardaron 15 días en hacer el anteproyecto, asesorado por el arquitecto Roque González, involucrado en el desarrollo de Santa Fe e Izcalli. No obstante, admitió que no tienen ningún estudio de impacto ambiental, sólo “el visto bueno moral de algunos ambientalistas”.

Por su parte el jefe delegacional, Guillermo Sánchez, respaldó el anteproyecto y aseguró que de llevarse a cabo mejorará el nivel de vida de los habitantes de Tlalpan, Magdalena Contreras, Álvaro Obregón y Coyoacán.

Tanto el empresario como el funcionario aclararon que apenas han sostenido algunas reuniones con autoridades de la jefatura de gobierno, aunque no especificaron quiénes y que esperan saber si les interesa la propuesta.