A lo largo del territorio que abarca la delegación Iztapalapa existen dos fallas geológicas que, combinadas con las más de 200 grietas que copan el subsuelo de la zona, convierten a la demarcación en un punto altamente vulnerable.

Tal es la conclusión de dos estudios realizados por el Instituto de Ingeniería de la UNAM y por la empresa consultora en ingeniería Opalo desde la época de las administraciones de René Arce y Victor Hugo Círigo.

El accidente ocurrido la noche del sábado en donde el joven Jorge Alejandro Ramírez Arredondo, de 19 años, perdió la vida luego de caer en una grieta de 15 metros de profundidad que se abrió en la esquina de las calles de Vistahermosa y Guadalupe Victoria, en la colonia Lomas de San Lorenzo, no es circunstancial y se trata de una consecuencia de los riesgos que viven al rededor de 60 mil habitantes de Iztapalapa.

Así lo alertaron diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), quienes pidieron al ejecutivo local solicite de inmediato a la Secretaría de Gobernación la declaratoria de zona de desastre para la delegación a fin de justificar la aplicación de los recursos del Fondo de Previsión de Desastres Naturales.

“Las fallas geológicas y las grietas, resultado de las sobre explotación de los mantos acuíferos, sumada al factor de las lluvias eleva por mucho el riesgo ya que las grietas existentes se socavan aún más”, explicó el diputado local Daniel Salazar.

De acuerdo con los dictámenes de los dos estudios realizados en la delegación, las grietas en el subsuelo de la delegación así como las dos fallas geológicas que la atraviesan ponen en riesgo a los vecinos que viven desde el límite con el estado de México, en avenida Ignacio Zaragoza hasta el otro extremo en sus límites con la delegación Xochimilco.

El pasado 11 de mayo, a petición del jefe delegacional en Iztapalapa, Horacio Martínez, personal de la subdirección de Estructuras y Geotécnia del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) realizaron una visita a la colonia Ermita Zaragoza, ubicada a 25 kilómetros de la zona donde el sábado de abrió la grieta.

El reporte elaborado por la Cenapred advierte que en esa zona—en donde viven aproximadamente 35 mil personas— “se identificó la presencia de asentamientos o hundimientos del terreno, cuya configuración geométrica presenta características generadoras de alto nivel de daño en las edificaciones ubicadas en la zona de afectación”.

El legislador del PRD por el distrito 32, José Luis Morua Jasso, aseguró que la grieta que se abrió el sábado formó un cinturón de riesgo, por la presencia de ductos de Pemex, que va desde el Reclusorio Norte y pasa por la colonia Lomas de San Lorenzo hasta avenida de las Torres.

“Hay toda una franja habitacional que cubre estos ductos de Pemex. Son cerca de 10 mil las viviendas afectadas, 60 mil los habitantes y, al menos, 20 escuelas que también están en riesgo”, señaló.