CHALCO, Méx.- La Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CDHEM) inició una queja de oficio por el problema de salud en el internado Villa de las Niñas, lugar administrado por la congregación Hermanas de María, donde 600 alumnas registraron vómitos, mareos, náuseas, dolores de cabeza y musculares, e incluso algunas de ellas problemas para caminar.

Los hechos se registraron en el expediente LP/1540/- 2007 y, aun cuando se trata de una institución privada que dirigen monjas de origen coreano, el organismo tuvo que solicitar un informe al equipo médico de los tres niveles de gobierno que se formó para atender el síndrome y conocer el estado en el que se encuentran las menores de entre 12 y 17 años que cursan secundaria y bachillerato en ese inmueble.

De acuerdo a Pascual Archundia Becerril, tercer visitador de la CDHEM con sede en Los Reyes La Paz, tomaron cartas en el asunto porque se enteraron que 21 de las alumnas de escasos recursos fueron internadas en hospitales del Distrito Federal y el estado de México para aliviar los padecimientos que mostraban desde fines de febrero.

Personal del organismo defensor de los derechos humanos se presentó a la Villa de las Niñas, en el kilómetro 2 de la carretera Chalco-Mixquic el viernes pasado, pero no se le permitió el ingreso por razones de seguridad e higiene.

La CDHEM esperará el dictamen sicológico practicado a las estudiantes para determinar si las causas del síndrome atípico eran las presiones a que se son sometidas, pues los análisis biológicos y clínicos descartaron que se trate de un mal bacteriológico o una epidemia.

El tercer visitador aseguró que en esa instancia no hay registro de alguna queja por discriminación o maltrato de parte del personal de la Villa de las Niñas a las alumnas.

En tanto, familiares de las menores continúan sacándolas del internado porque muchas, pese a que fueron dadas de alta presentan los mismos síntomas: mareos, vómitos, diarrea, dolores de cabeza y algunas no se pueden sostener en pie.

La tarde del domingo otras seis niñas fueron sacadas de la institución por sus madres, quienes exigieron a las responsables del internado que les expidieran comprobantes de estudios para que sus hijas puedan inscribirse en otras escuelas.