Como muchas tumbas en la ciudad de México, la de Palmira Cárdenas Solórzano se encuentra en el abandono, ya que nadie la visita, ni siquiera su hermano Cuauhtémoc Cárdenas, líder moral del Partido de la Revolución Democrática.

La hija del general Lázaro Cárdenas y Amalia Solórzano murió siendo apenas una niña y en la actualidad sus restos yacen en el Panteón San Rafael de la delegación Álvaro Obregón.

"Antes venían personas que admiraban al general (Lázaro Cárdenas) y le dejaban flores, pero nadie de la familia ha pasado por aquí", aseguró Ángel Pérez Rafael, administrador del panteón.

Platicó que hace mucho tiempo visitaba la tumba un chofer "tal vez era de la familia" pero ni el tres veces candidato a la presidencia del país ha acudido.

Pérez Rafael, que lleva más de 20 años en el cementerio, narró una anécdota. "Hace algunos años se tenía la intención de desaparecer el panteón San Rafael, pero cuando dos hombres se presentaron en el lugar y preguntaron por los personajes importantes que había en el lugar, el anterior administrador les dijo que sólo estaba la hija del general Lázaro Cárdenas; respondieron: `Ahí no nos metemos` y jamás volvieron".

Pero eso si, aseguró, todos los 2 de noviembre, las personas que visitan a sus muertos dejan una flor en la tumba porque saben quién fue su padre.

Pero, aclaró, la familia no se olvidó por completo de la niña, que murió el 13 de abril de 1933, hace seis años, un integrante de la familia Cárdenas cambió la lápida de mármol.