Ya sea al abrigo de las sombras o a plena luz del día, cientos de prostitutas ejercen su oficio en calzada de Tlalpan, sin un control formal por parte de las autoridades.

Su trabajo genera millones de pesos en ganancias que no necesariamente disfrutan ellas, sino una cauda de personajes que las vejan, extorsionan y, eventualmente, se sirven de los placeres que ofrecen.

Es imposible ofrecer un cálculo fiel de las ganancias que representa el trabajo de las sexoservidoras, pero para Jesús Robles, ex asesor de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal en materia de prostitución, se trata de millones de pesos que comparten hoteleros, taxistas, autoridades, "padrotes" y "madrotas", e, incluso, dueños de restaurantes y loncherías.

La cuota

Sus cifras se basan en que cada sexoservidora atiende a unos cinco clientes diarios, a quienes cobra en promedio 200 pesos. De este monto, deben pagar la protección de la "madrota" o "padrote", los preservativos, la cuota a policías y, en caso de ser remitidas a un juez civil, el consabido "entre" con ellos.

Incluso, si no saben negociar con el cliente, deben pagar el cuarto, que cuesta hasta 110 pesos.

Al respecto, cinco sexoservidoras de las denominadas "independientes" aceptaron hablar con EL UNIVERSAL, a cambio de no revelar sus identidades.

Todas han pasado por todas las etapas de la prostitución, desde el "enganche" por parte de algún "padrote", la protección de "madrotas" que ahora las tienen amenazadas, y su virtual independencia, que ejercen con mucho miedo.

La derrama

Estas son algunas cifras comentadas por ellas mismas: una "madrota" cobra en promedio 70 pesos por media hora con un cliente.

"Si te tardas más, ellas creen que estás ganando una `lanota` porque estás haciendo algún trabajo especial, y la cuota sube", comenta una mujer con un golpe en el ojo izquierdo, producto de un reciente ingreso a un reclusorio acusada de extorsión por alguien que no estuvo conforme con su servicio.

Otra dice que "a un patrullero con 100 pesos lo `desafanas`, pero con muchos ruegos", pues si las cosas no se arreglan ahí, la cuota sube seg´pu de acuerdo con el status de la autoridad.

Formalmente, la prostitución está prohibida. Sin embargo, no es un delito, sino una falta administrativa por la cual se pagan multas de 480 pesos, que los jueces condonan por no menos de 300 pesos.

La mafia de los jueces

Los llamados jueces cívicos no forman parte del Poder Judicial local, sino del gobierno capitalino. Son, en esencia, burócratas que dependen de la Consejería Jurídica y tienen la posibilidad de pertenecer a un sindicato.

Entre las sexoservidoras de Tlalpan se ubica al juez cívico de la séptima agencia investigadora del Ministerio Público (conocido por ellas como El Chueco , no sólo porque tiene las huellas de una parálisis facial reciente, sino por sus retorcidos métodos) como uno de los personajes más corruptos dentro de la cauda que deben enfrentar de manera cotidiana.

También los secretarios de jueces cívicos tienen su cuota, que fijan cuando el titular no está: entre 20 y 50 pesos, dependiendo la razón de la remisión, aunque es común llegar a un acuerdo mediante el cual el pago "se anota" y cuando se junten varios los cobran todos juntos.

El problema con los jueces cívicos, asegura Margarita García, una conocida defensora de sexoservidoras, es que conforman una mafia tan bien estructurada que las autoridades del gobierno capitalino no pueden penetrar.

A manera de conclusión, la defensora comenta: "En época de operativos, de un solo punto los patrulleros se llevan a todas las sexoservidoras, en ocasiones hasta tres veces al día. Haz un cálculo conservador para estimar cuánto se lleva el juez cívico en un día como esos, si nunca entrega recibos".

Glosario

SEXOSERVIDOR (A): Persona que negocia con su sexualidad a cambio de una ganancia. Término que acuñaron grupos defensores de derechos humanos, que consideraron peyorativa la palabra "prostituta".

?PADROTE?: Manejador de una o varias prostitutas. Hombre que generalmente "engancha" a una mujer inexperta y la enrola en la vía pública para explotarla a cambio de una supuesta protección. Comúnmente, la relación que establecen con las mujeres es de violencia y amenazas.

?MADROTA?: Mujer que por lo general se desempeñó como prostituta y después, debido a su experiencia, llegó a controlar a un grupo de sexoservidoras a las que explota a cambio de protección de autoridades y otros grupos. Suelen tener bajo su servicio a golpeadores y "padrotes", a través de los cuales amenazan a las mujeres y negocian con autoridades.

TRAVESTI: Homosexual que ejerce la prostitución y para lo cual se viste como mujer. Entre ellos establecen grupos que se protegen entre sí.

TRANSEXUAL: Hombre o mujer que opta por someterse a una intervención quirúrgica para adquirir algunas características del sexo contrario.

?ENGANCHAR?: Estrategia ejercida por algunos hombres para enamorar a mujeres que después son explotadas como prostitutas.

TENER PROTECCIÓN: Formar parte de un grupo comandado por una "madrota" o "padrote", a cambio de un porcentaje de las ganancias que obtiene cotidianamente un o una trabajadora sexual.

INDEPENDIENTES: Grupos de mujeres que se opusieron al manejo de "padrotes" o "madrotas" y que entre sí buscan la protección de litigantes o defensores de los derechos humanos que las impulsan a emanciparse.

EMPODERADAS: Sexoservidoras emancipadas, generalmente conocedoras de leyes mediante las cuales cuestionan la explotación en su contra.

LENOCINIO: Acción de servir de intermediario en las relaciones sexuales de una pareja.

GAY: Homosexual.