Abundan en DF academias de bajo nivel y sin registro oficial
Bautizadas como escuelas patito por la sociedad, cientos de academias en el Distrito Federal ofrecen estudios de computación, secretariado y contabilidad, entre otras disciplinas, sin calidad y no cuentan con registro ante la Secretaría de Educación Pública (SEP). La propaganda suele ser atractiva y anuncian la obtención de certificados de licenciaturas, en Diseño Gráfico o Programador Analista, por ejemplo, pero ni la UNAM, el IPN o la SEP respaldan sus estudios, por lo que el certificado sólo es avalado por la escuela en cuestión. La Ley General de Educación no obliga a los propietarios de esos planteles a registrarse ante la SEP, por lo que la dependencia carece de un padrón y se desconoce el número de academias de ese tipo que hay en el DF. El único requisito es que los dueños soliciten la licencia de apertura en la delegación respectiva, pero como un establecimiento comercial, dedicado a la enseñanza. De igual modo, tienen la obligación de establecer puntualmente si cuentan o no con registro de validez oficial, comenta Ignacio Villagordoa, titular de la Dirección General de Acreditación, Incorporación y Revalidación (DGAIR). A pesar de que la mayoría de los estudiantes se sienten defraudados, en lo económico y académico, pocos acuden a la Procuraduría Federal del Consumidor a denunciar el hecho. La dependencia no cuenta con un rubro específico para ese tipo de denuncias, pero en sus estadísticas del año pasado destaca que 114 consumidores se quejaron por diversas irregularidades contra escuelas de esa tipo. Esas quejas fueron contra el Colegio Nacional de Capacitación Intensiva (CNCI), Centro Computacional Profesional de México (CCPM) y el Instituto Tecnológico de Computación (ITC). Por ejemplo, en el CCPM se pueden estudiar dos carreras: Programador Analista y Diseñador Gráfico, con una duración de 72 semanas en cuatro niveles. El costo único de inscripción es de 160 pesos, más 120 pesos por semana y en determinadas temporadas ofrecen no aumentar las colegiaturas en toda la carrera, por lo que el alumno habrá pagado 8 mil 800 pesos al terminar sus estudios. La escuela está registrada ante la SEP, pero los certificados de las licenciaturas no tienen el aval de ninguna institución pública, aunque aclaran que los asesora el Tec de Monterrey. El CCPM tiene 33 sucursales en la ciudad de México y además de las dos licenciaturas, ofrece estudios básicos de computación e introducción a Internet y cuenta con bolsa de trabajo. Academias de ese tipo están catalogadas en la SEP en el rubro de la formación para el trabajo, uno de los eslabones del sistema educativo nacional, cuya finalidad es procurar la ampliación de conocimientos, habilidades o destrezas que permitan a las personas desarrollar una actividad productiva. Los que cuentan con validez oficial reciben de la SEP diplomas de reconocimiento relacionados con alguna área determinada, pero no se les otorgan certificados. Ignacio Villagordoa Mesa indica que esos institutos deben aclarar en su publicidad y en su papelería que no cuentan con validez oficial. Reconoce que hay instituciones "patito" con ínfima calidad en los servicios que otorgan, por lo que pidió a los estudiantes denunciar las irregularidades ante la Profeco, que en coordinación con la SEP, aplican las sanciones correspondientes, que pueden ser desde multas hasta el cierre definitivo del plantel.
Ganancias millonarias
La mayoría de las academias cobra los estudios por semanas, de 120 a 200 pesos según las escuela y la disciplina que imparten, más los costos de inscripción, otros 160 o 200 pesos, y los cursos van de 6 a 72 semanas.
No requieren validez
La mayoría de esos planteles, de acuerdo con la Ley General de Educación, no requieren el registro ante la SEP y, según la disciplina, pueden contar o no con validez oficial.





