Ausentes de la nueva Ley de Establecimientos Mercantiles, las sex shops
Francisco entra al edificio azul cielo con vidrios polarizados que ostenta el número 78. Saluda al dependiente, mientras sortea tres enormes perros tumbados en el suelo del local. No se detiene hasta llegar a los estantes repletos de videos. Cliente habitual del Gold Dreams, el hombre de más de 60 años recorre con la mirada las fotografías que exhiben cuerpos desnudos. "Vengo cuando menos una vez al mes, regularmente a cambiar películas. La tienda te pide que adquieras tres por lo menos, para empezar el intercambio". Hace 20 años, cuando Francisco comenzó con su afición por los filmes eróticos, los precios de las películas VHS fluctuaban entre 35 y 50 pesos, ahora la más económica cuesta 70 y las más caras alrededor de los 150 y 200 pesos. Aunque la novedad son los juegos y películas en CD, con un costo aproximado de 300 pesos. En cualquier formato hay material para todos los gustos. Gold Dreams, una de las primeras sex shops en el DF, cuenta actualmente con dos sucursales más. Abierta de 10 de la mañana a 10 de la noche, es tan sólo una de las sex shops ubicadas en la delegación Cuauhtémoc, donde se concentra la mayor parte de estos establecimientos. De acuerdo con el diputado Miguel Ángel Toscano Velasco, no existe un dato preciso acerca de cuantas sex shops operan en la ciudad, "aunque no creo que sean más de cien". A pesar de su existencia, estos lugares no fueron contemplados dentro de la nueva Ley de Establecimientos Mercantiles. "El gobierno del DF nos pidió que no incluyéramos los giros mercantiles tipo C (table dances y sex shops ) dentro de la nueva ley. Por lo tanto nadie regula las sex shops ". Para abrir una sex shop únicamente es necesario hacer una declaración de apertura, "como si se tratara de una miscelánea". De acuerdo con el nuevo reglamento, la licencia de funcionamiento "no cuesta un peso, mientras que en la propuesta original que no se logró aprobar era de 100 mil pesos". Esta situación propicia que haya "un doble criterio; se pueden considerar ilegales por no estar mencionadas dentro de la Ley de Establecimientos Mercantiles, pero también todo lo que la ley no contempla no lo prohíbe. Entonces queda un tanto a la interpretación jurídica de la delegación correspondiente". El diputado Toscano Velasco considera que con la ley aprobada, estos establecimientos proliferarán, pues además de ser fácil su apertura, por el momento "simplemente nadie les puede negar que sigan operando". Ambos diputados coincidieron en la necesidad de revisar y modificar la actual Ley de Establecimientos Mercantiles. Cuando se abrieron las primeras sex shops en México, los hombres eran quienes las frecuentaban, sin embargo, con el paso del tiempo más mujeres asisten a este tipo de establecimientos. "Antes venían sólo hombres, por la pena de la mujer o la del hombre de traer a la mujer, ahora viene de todo, jóvenes de 20 años, gente adulta de 45, 50 años, parejas que buscan darle un segundo aire a su matrimonio, revivir la relación", explica Gustavo Ramírez, dependiente de una sex shop ubicada en la Zona Rosa. Con un nuevo video escondido en una bolsa negra de plástico, Francisco explica que siempre viene solo, porque a su edad "todavía hay un poco de pudor" con su pareja. "Yo puedo ver cosas a las que ella no está acostumbrada. En las sex shops sólo adquiero o cambio cintas, los demás artículos no me llaman la atención, los considero secundarios". "Los artículos más baratos que tenemos son los lubricantes y condones, de 10 pesos, pero vendemos muñecas inflables de 3 mil 500, columpios para sadomasoquismo que cuestan 6 mil pesos", dice Gustavo Ramírez. A pesar de la situación económica actual, algunos encargados de sex shops aseguran que las ventas han bajado, pero no de manera significativa, "es más fácil que se deje de comer a que dejes de hacer el amor, ¡de verdad!". La música electrónica da la bienvenida a los mayores de 18 años, según avisa el letrero de la entrada. Imágenes de hombres y mujeres semidesnudos se mezclan con maniquíes vestidos con lencería transparente, provocativa. Un hombre cuarentón escoge una cinta en cuya portada aparecen cinco cuerpos infantiles. Según la Ley de Establecimientos Mercantiles cualquier negocio donde se promueva la prostitución de menores será clausurado permanentemente, sin derecho a multa. "En las sex shops , la delegación es la responsable de verificar que no se exhiba material con pornografía infantil, de cualquier forma, es clausura definitiva", explica Miguel Ángel Toscano. El servicio más popular dentro de las sex shops , es el de las cabinas, que consiste en la exhibición particular de películas pornográficas. El cliente entrega al encargado el video que escogió. Entra a la cabina: un cuarto menor al metro cuadrado. Una luz neón cae sobre la pequeña silla atornillada al piso. El espacio restante lo ocupa un cesto de basura cubierto con un plástico blanco. A pesar de que antes era común entrar a "ver la película" acompañado, ahora los encargados no lo permiten. "Discúlpeme ahora sí, pero de verdad ya no se puede entrar con otra persona a las cabinas, es que andan muy estrictos con las inspecciones." Las tarifas de las cabinas varían, dependiendo del establecimiento, algunos cobran por minuto y otros por película completa. Un peso el minuto y 45 toda la proyección, (en ocasiones con refresco incluido). Según uno de los encargados de Mundo X, además de las cabinas, lo que más buscan las personas es la Yohimbina. De los productos más comunes en las sex shops , ésta se encuentra en varias presentaciones, pastillas, cápsulas, gotas y chicles. "Es el equivalente a los refrescos en las tienditas. Sobre todo la compran los chavos para usarla en las fiestas? cuando no pueden solitos." La mayoría de la Yohimbina, en cualquiera de sus presentaciones, proviene del laboratorio Ferson, de El Salvador. Los empaques solamente presentan el registro 15003. De acuerdo con la diputada María del Carmen Pacheco Gamiño, miembro de la Comisión de Salud de la ALDF, "la Yohimbina es un psicótropico, por lo que su venta tiene que ser a través de una receta médica, además debe contar con un registro de la Secretaría de Salud". Sin embargo, Gustavo Ramírez asegura que la venta de éstas no es un gran negocio, "pero como tenemos acceso a Internet no te estorban, es como si tuvieras una tienda y vendieras tarjetas de teléfono". A pesar de que Abril llegó con la intención de adquirir algo de lencería, como la mayoría de los visitantes, antes de elegir qué se llevaría, recorrió todo el lugar. Varios artículos llamaron su atención, una estola morada, tónicos afrodisiacos y un juego de mesa. Después de echar un vistazo, descubre un negligé negro cuyo precio es de 600 pesos. "Pues sí, algunas cosas están caras, pero bien lo valemos mi pareja y yo".
Lo que la ley no prohíbe?
"Desde el punto de vista legal o jurídico, las sex shop no existen, pero desde el punto de vista social ahí están, y tienen cierta demanda". Para el diputado Adolfo López Villanueva la ley recién aprobada debe someterse a revisión.
La nueva clientela
"La verdad no vengo muy seguido, sólo cuando mi pareja y yo planeamos comprar algo en especial". Abril, acompañada de su novio, observa los objetos leather (de cuero). A pesar de ser la única mujer en la tienda, nadie parece prestarle demasiada atención, aunque aclara, "depende de la sex shop , por ejemplo, en algunas me siento incómoda, pues hay clientes que me ven raro, acosándome, en otras, en cambio, me siento muy a gusto, nadie se mete conmigo e incluso los dependientes se ofrecen a responder cualquier duda. Pienso que todo depende de la ubicación de la tienda".
Placeres extremos
Bombas de vacío que prometen agrandar el pene, condones fosforescentes, de sabores y texturizados, órganos sexuales de baterías, lencería, látigos, revistas y casetes con relatos eróticos? la imaginación es el límite, aunque también los precios.
Pero creo que lo valgo
Una de las novedades en las tiendas del placer es contar con servicio de Internet, así como la venta de tarjetas de prepago, para acceder a páginas pornográficas, sin necesidad de utilizar una tarjeta de crédito.





