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Los riesgos de vivir en una vecindad

David Cano| El Universal
Miércoles 21 de noviembre de 2001
Los vecinos solicitan agilidad en los trámites de expropiación para poder tener un terreno y después un crédito para construirlo

Vivir en vecindad no es cómodo, aunque para muchos resulta barato y para otros regalado.

No importa si el inmueble está a punto del derrumbe, las paredes están fracturadas y con un alto grado de humedad e incluso si están apuntalados, pero si no se paga renta es mejor.

Entre sus habitantes la respuesta es inmediata: "no tenemos alternativa, a dónde nos vamos, a pesar del dictamen de inhabitabilidad".

Los vecinos más conscientes y que "pedimos una mejor calidad de vida" solicitan y exigen a los gobiernos capitalino y federal la agilidad en los trámites de expropiación para poder tener un terreno y después adquirir un crédito para construirlo.

Este es el caso de los predios 242, 246, 248 y 255 de la calle José Joaquín Herrera, en la colonia Martín Carrera, delegación Gustavo A. Madero.

Las representantes de los predios Adriana Arancegui Márquez y Dulce Ribera Caudillo, del número 242, recordó que desde hace más de 38 años viven en estas vecindades, mismas que están irregulares, debido a que el propietario Miguel Arellano Rendón dejó en intestado estas vecindades.

Al igual que en la mayoría de estos predios, el desdoblamiento de las familias resultó una práctica común, pues en un departamento hay dos o tres familias.

En el caso del predio 242 de Joaquín Herrera la mayoría de los departamentos es de 5 por tres metros y los mismos vecinos lograron integrar baños reducidos para evitar el uso de los baños colectivos.

Lucía Palma Cruz y Alfredo Calvillo Mora, representantes de la Unión Popular Martín Carrera en Lucha, comentaron que el actual delegado en GAM, Joel Ortega Cuevas, es quien ha tenido más sensibilidad y les apoyó con el apuntalamiento de varios cuartos, pues tienen bóveda catalana y están en peligro del derrumbe.

Mientras tanto, los habitantes del predio 246 en la calle Joaquín Herrera mencionaron que aquí ya sufrieron un derrumbe en uno de los cuartos y por eso los habitantes decidieron abandonarlo.

En la misma situación están las vecindades ubicadas en los números 248 y 251, donde la unión también les ha ofrecido apoyo para lograr la gestión de la expropiación frente al Instituto de la Vivienda.



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