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Presentan mapa criminal de Tepito

Alberto Cuenca| El Universal
Lunes 01 de octubre de 2001
Identifican líderes y bandas dedicados a la venta de droga, puntos de distribución; acción conjunta entre policías locales y federales

En el barrio de Tepito y sus inmediaciones existen alrededor de 35 puntos detectados por autoridades federales y de la ciudad donde se venden y distribuyen droga y armas. Además se encuentran ubicadas un número similar de bandas que se dedican al robo, contrabando, narcotráfico y piratería.

Como parte de un trabajo de inteligencia en el que participaron la Secretaría de Gobernación, la PGR, la Procuraduría de Justicia local y la Policía Judicial capitalina, se puso al descubierto el "modus operandi" de los distribuidores de droga y armas; el de los falsificadores de discos compactos, DVD, videocasetes, calzado "pirata", vinos adulterados y perfumes.

En un extenso documento oficial se detalla cómo se da el tráfico de mercancía robada, la red de "diableros" que intervienen para ello, la ubicación de bodegas en donde se guardan los artículos y la existencia de pasadizos entre vecindades que permiten el tránsito de una calle a otra.

Esos corredores internos sirven para ocultar mercancía de procedencia ilícita y, de acuerdo con las autoridades, se encuentran en predios ubicados entre las calles de Jesús Carranza y Tenochtitlán, Florida y el callejón de Díaz de León, así como en Matamoros y Fray Bartolomé de las Casas.



El cártel

Tepito tiene su cártel de la droga, aunque el 13 de julio de 1998 se quedó sin cabeza, cuando la policía detuvo a los líderes de la banda.

Los nombres de los cabecillas del tráfico de droga en Tepito son: Jorge Ortiz Reyes, (a) "El Tanque"; Fidel Camarillo Salas o Fidel Carrillo Salas, (a) "El Papirín " y Juan Carlos Rodríguez, (a) "El Colombiano".

Durante la década de los 90 lograron abarcar grandes esferas de operación, como el tráfico de droga colombiana que alcanzó la venta, en promedio, de una tonelada a la semana.

Los clientes de ese cártel no sólo fueron distribuidores y consumidores del Distrito Federal, sino también del estado de México, Hidalgo, Morelos, Querétaro, San Luis Potosí y Aguascalientes.

Antes de la detención de "El Tanque", la guerra entre narcotraficantes cobró 30 víctimas, tanto en Tepito como en la colonia Gabriel Hernández y la unidad habitacional CTMEl Risco.

La vendetta entre los narcotraficantes se dio por un mal entendido entre la banda de "El Tanque" y la de la familia Arias, compuesta por David y Víctor Arias Pérez, Narciso y Ulises Arias Solorio, Héctor y Gustavo Arias Orozco.

Al inicio de los 90 ambos grupos formaron una alianza que los llevó a comercializar cocaína, mariguana y pastillas psicotrópicas. La familia Arias ya tenía de cualquier forma el control del mercado negro de casetes "pirata".

Con la escisión, ocurrida en 1995, los Arias establecieron su centro de operación en la calle de Cabo Bojador, número 166, en la colonia Gabriel Hernández, delegación Gustavo A. Madero, donde para distribuir la droga se apoyaban en 38 delincuentes de la zona. "El Tanque" lo hizo en la calle de Jesús Carranza, número 6, en Tepito.



Las bandas

Desde la detención de los líderes del cártel de Tepito, las autoridades no han ubicado a una nueva cabeza visible de la agrupación, aunque se reconocen vínculos de los narcotraficantes locales con los hermanos Arellano Félix.

De quienes hoy distribuyen los estupefacientes se identifica a bandas como la de "Los Mauricios", encabezada por Manuel Rosas, "El Manolo", y que opera en el corredor comercial del Eje 1 Norte, entre González Ortega y Manuel Doblado.

Son considerados altamente peligrosos, al igual que "La banda del 21", cuyos líder es David Jiménez, un ex policía judicial que controla la venta de droga en el número 21 de la calle de Fray Bartolomé de las Casas.

Se tiene ubicada también a la banda de "La Guadalupana", encabezada por "El Papis" y que es vecina de la anterior, pues opera en el número 2 de la misma calle.

De hecho, en Fray Bartolomé se tiene detectado el mayor número de puntos de distribución y venta de droga, como las casas y vecindades ubicadas en los números 11, 50 y 55, además de la calle de Caridad 30.

De quienes venden y distribuyen armas se ha ubicado a un grupo delictivo integrado por "El Frijol", "El Pato" y "El Douglas", quienes comercializan todo tipo de armas de fuego en los números 25 y 55 de la calle de Tenochtitlán.

Pero también a la banda de "El Pinocho", integrada por alrededor de 30 personas que se dedican a la venta de drogas y armas en las calles de Libertad, Jesús Carranza y Peralvillo. Actualmente, su líder, "El Pinocho", se encuentra en el Reclusorio Oriente.

En las inmediaciones del barrio y ya del lado de la delegación Venustiano Carranza, divida tan sólo por la avenida del Trabajo, las autoridades investigan a la banda de "Los Moreleanos", llamados así porque controlan las principales calles de la colonia Morelos, como Mecánicos, Panaderos, Pintores, Hortaleros, Hojalateros y Peluqueros.

"Los Moreleanos" se caracterizan por portar armas de fuego de grueso calibre. Una de las posibles integrantes de esa banda es ubicada con el alias de "La Güera", de quien se presume que vende droga en su propio domicilio, en el número 24 de la calle de Hortelanos, departamento 102 o 202.

En el perímetro de Venustiano Carranza se han ubicado puntos como el de Jardineros 56, controlado por Jaime "N" y el de Tapicería 126, presuntamente encabezado por Esther Hernández, (a) "La Pintada" o "La Manchada".

Uno de los grupos más peligrosos es el de la familia Fortís Mayen, integrada por Juan Fortís, su esposa Martha Villarreal, Carlos Fortís, Rosa Fortís, su esposo Abel Díaz, Angélica Fortís y su esposo Francisco Barbarena, éste último preso en el reclusorio por delitos contra la salud.

Se indica que es una banda organizada, con varios años de operar de manera impune en la distribución de droga, aunque localizada en el número 134 de la calle de Libertad, dentro de una unidad habitacional y en los edificios C-101, C-102, D-301, D-302, E-102, E-301 y E-302.



La denuncia ciudadana

Como parte del proceso de ubicación e investigación de las bandas, los trabajos de inteligencia se han enfocado a la denuncia ciudadana, que se hace anónima o con un denunciante específico.

Entre los meses de agosto del 2000 y febrero del 2001 se puso atención especial a 22 denuncias de vecinos, quienes dieron datos precisos sobre la venta de droga y la operación de bandas en lugares cercanos a sus domicilios.

Se investiga así a una pareja conocida únicamente con sus alias: "Carolina" y "El Pantera", a quienes se mencionó que operan en el número 20, letra B, de la calle Díaz de León.

En la lista se ubica a Jesús Silva y a un sujeto conocido como "El Manolo", presuntamente dedicados a la venta de droga en una vecindad de la calle González Ortega, número 66, edificio A.

Están "La Heidi" y Miguel, considerados como altamente peligrosos y que venden droga en Jesús Carranza 60. En el número 69 de la misma calle, interior 102, se mencionó a una Rosaura "N" como distribuidora de droga y armas.

Entre las denuncias de habitantes de la zona se señaló a los hermanos Miguel, Martín y Christian Rodríguez ("El Chipotes"), quienes operarían en la calle de Allende 115, interior 6, entre Rayón, Libertad y Jaime Nunó.

La edad es algo que en la venta de estupefacientes y armas al parecer no tiene importancia. Presuntamente en la calle Constancia 118 operan dos adultos mayores, conocidos como "Doña Cata" y "El Chino", quienes son propietarios de una miscelánea de nombre "El Chinito", donde al parecer se hace el contacto con los consumidores de droga.

La lista sigue con referencias a la banda Villafama, ubicada en Peralvillo 62, así como en las unidades habitacionales de La Fortaleza y Palomares; "El kalimán", con un área de influencia que va de Comonfort a Jesús Carranza y Aztecas, por el Eje 1 Norte.

La venta de estupefacientes se investiga también en los números 59, 75 y 79 de la Calle de Florida; en Jesús Carranza 41, donde operaría "El Gori", así como en Peralvillo 62, por ser considerado el domicilio de los hermanos Rosario, Carlos y Eduardo Villafañe, presuntos distribuidores de droga.



Manuales para explosivos

La labor de inteligencia también incluyó la ubicación de comerciantes no establecidos dedicados a la venta de manuales para el manejo o uso de explosivos.

En enero pasado se detectó un puesto de venta de uniformes e insignias militares, así como revistas y libros usados. Entre ellos, uno con el título "Guía para la solución de problemas de explosivos", que se puede comprar por 25 pesos.

El vendedor, uno más de los que comercializan chácharas en las calles de Rivero y Tenochtitlán, aseguró que podía obtener otros manuales sobre el mismo tema, claro, si le daba tiempo.



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