El deporte, la llave de la liberación: Cristina Hoffmann
Cristina Hoffmann fue nominada la deportista del siglo por la Federación Internacional de Tenis de Mesa. Ha ganado múltiples competencias en varias partes del mundo, y ejemplo de ello es la medalla de plata que obtuvo en los paralímpicos de Atlanta, en 1998. Pero no se ha conformado con sus triunfos, también impulsa a las nuevas generaciones en el deporte, atiende a su familia y se trata de una mujer que, por discapacidad física, juega sobre silla de ruedas. Yo la entreviste para conocer su historia y la forma en que ha logrado superarse, a pesar de su discapacidad física. Su infancia no fue fácil, "por la forma que me educaron mis padres había crecido muy temerosa, con muchos complejos y sobre todo porque tuve un padre muy estricto que no estaba de acuerdo en que practicara un deporte", narra Cristina. Añade que el haber conocido el deporte "para mí fue la liberación y la llave para conseguir cualquier objetivo porque el deporte te da muchos valores, disciplina, perseverancia, constancia y te forma carácter, y todo eso lo trasladas a tu vida privada". La campeona mundial ha dedicado 29 años de su vida al deporte, pero también estudió la carrera de contador privado, está casada con un deportista en silla de ruedas, igual que ella, y tienen dos hijos, José Fernando y Sergio Rafael, de 14 y 15 años respectivamente. Durante más de 12 años Cristina intentó en otras disciplinas convertirse en una deportista de alto rendimiento, pero finalmente optó por el tenis de mesa porque "podía practicarlo en mi casa, en compañía de mis hijos y de mi esposo. Era un reto por que sabía que era un deporte dominado por los asiáticos y los europeos, pero ahora, no lo cambio por nada". Cristina Hoffmann ha logrado, entre otros éxitos, ser dos veces campeona panamericana con varias medallas oro, en 1995 ganó el Primer Campeonato del Mundo en Inglaterra, en Atlanta 96 ganó la medalla de plata y durante el 2000 y parte del 2001 fue la número uno a nivel mundial en su categoría. Además fue nominada la "Deportista del siglo" en tenis de mesa, incluyendo a competidores no discapacitados. Actualmente se prepara para los Juegos Panamericanos que celebrarán en Argentina y así poder calificar para las Olimpiadas en China. Consistió en llevar un paquete material deportivo de tenis de mesa, que se componía de dos mesas con pelotas y raquetas, a cada uno de los 32 estados de la República, "lo único que pedí a las autoridades fue su apoyo para trasladarme, este paquete lo conseguí a través de la iniciativa privada". Cristina y su esposo calcularon que este idea sería fácil, sin embargo, tardaron más de tres años en cumplir su objetivo: "logramos llevar este paquete, junto con pláticas y exhibiciones; el resultado ha sido que, de 12 jugadores que éramos a nivel nacional, ahora somos más de 100, y es una de mis más grandes satisfacciones". Por último, Cristina Hoffmann y su esposo me ofrecieron su apoyo y ayuda para que yo incursione en el deporte del tenis de mesa. El haberlos conocido y escuchar su historia me motivó a ganar medallas deportivas y realizarme como persona, a pesar de mi discapacidad.
Una historia de lucha
Cristina Hoffmann Torres nació el 10 de mayo de 1950, aquí en el Distrito Federal, y por secuelas de poliomielitis no camina bien y para algunas actividades tiene que utilizar silla de ruedas.
Un ejemplo a seguir
Después de haber ganado la medalla de plata en Atlanta 96, Cristina Hoffmann, junto con su esposo, se impuso el reto de llevar a cabo una Campaña de Promoción y Desarrollo del tenis de mesa entre personas con discapacidad.





