Antros; la guerra por la Cuauhtémoc
Durante siete meses, la delegada en Cuauhtémoc, Dolores Padierna, ha sostenido una guerra intensa y frontal contra los propietarios de antros y centros nocturnos encabezados por cinco "zares de la noche" que controlan, manejan y mueven un "ejército nocturno" de más de 50 mil trabajadores y ganancias diarias superiores a los 20 millones de pesos, según cálculos de las autoridades. La delegada ha hecho diversos operativos y ha intentado desesperadamente "meter al orden" el negocio de la vida nocturna en el centro de la capital del país. La reciente difusión de grabaciones de llamadas telefónicas en las que aparece la voz de Dolores Padierna, platicando con abogados de algunos negocios, es otro capítulo más. Padierna ha negado que tales conversaciones hayan tenido lugar y ha asegurado que se trata de un montaje hecho por los dueños de los antros para evitar que ella siga obstaculizando los negocios de los giros negros. Es la guerra por la Cuauhtémoc y de algunas de sus batallas dan cuenta los expedientes y las bitácoras confidenciales, escritas por las propias autoridades de esa demarcación, y en los cuales se reseña y describe el rostro de la noche en ese territorio, sus personajes y muchos de los intereses en pugna: lenocinio, prostitución, tráfico de drogas. EL UNIVERSAL tuvo acceso a expedientes, bitácoras y reportes internos y de los cuales se presentan aquí algunas de las principales historias, testimonios y resultados. En la Cuauthémoc existen dos mil 700 giros negros que operan de manera ilícita. Son estos establecimientos los de mayor conflictividad en cuanto a la venta de alcohol, prostitución y tráfico de drogas. Pero en la lucha que se ha tenido con ellos a lo largo de los primeros seis meses del actual gobierno, se han podido identificar a cinco grupos de primera importancia que son quienes encabezan las quejas en contra de las acciones emprendidas por esta delegación. El primer grupo está encabezado por Manuel García, un personaje que es dueño de por lo menos 35 antros dirigidos a clase media y alta, entre los que se cuentan el Keops y el Extravagance. Ha sido uno de los más rijosos y acciones de la propia Procuraduría General de la República han encontrado a personas vendiendo cocaína en centros nocturnos de su propiedad. Maneja alrededor de dos mil empleados entre bailarinas de `table dance`, meseros, cantineros y personal de seguridad. Se calcula que sus ganancias diarias no son inferiores a los 100 mil pesos. Otro grupo fuerte es el del "general" Alfonso Nájera. Este personaje es prácticamente el dueño de Garibaldi. Es un personaje que comenzó sus negocios al amparo de Arturo Durazo Moreno. Hizo fama por formar grupos de golpeadores. Regentea y explota a músicos. Y ahora es titular de distintos antros en esa plaza y entre los más importantes destaca el Nuevo México Típico, que es el que más quejas tiene ante la Profeco y ante la Secretaría de Seguridad Pública. La costumbre es atraer turistas y luego engancharles cuentas superinfladas, bajarles todo su dinero, amenazarlos, adulterar bebidas alcohólicas y dejarlos tirados en la calle. Nájera controla además el comercio en vía pública en esa zona, a taxistas informales, a los botelleros y la venta de alcohol en las calles, así como a los mariachis piratas que cuando terminan el servicio asaltan. Se calcula que sus ingresos fluctúan entre los 50 mil y los 75 mil pesos diarios. Un tercer grupo es el de Pancho Soto padre e hijo. Son precursores de la instalación de cabarets en el Distrito Federal y se distinguen por tener establecimientos dirigidos a sectores populares. Son dueños del Bar 14, de Las Fabulosas, El Antro, Olimpus, La Corneta, La Víbora, La Bruja, entre otros. Se les ha detectado 30 establecimientos en los cuales se ejerce la prostitución y donde la venta de bebidas adulteradas es absoluta. Otro grupo es el de la familia Sarquiz, Juan Francisco y Eduardo, principalmente. Estos son sobre todo dueños de los inmuebles y luego los rentan para que otros aparezcan. Y tienen de todo, desde cantinas fresas hasta prostíbulos. El Carrusel o El Álamo, por ejemplo. El clan Sarquiz tiene más de 30 antros. La quinta mafia es la que conforman los hermanos Iglesias junto con Susuro Murakami y el lugarteniente de éstos, su cobrador, la parte dura, Antonio Gress, quien tuviera vínculos muy fuertes con Paco Stanley. A este grupo se le han detectado por lo menos 35 antros y sus ganancias no son inferiores a los 200 mil pesos diarios. Manejan más de cinco mil empleados y ha sido el grupo que más resistencias y violaciones a las leyes se le han detectado. Son dueños, entre otros, del Titanium, La Altura, Manhattan, Latinos, entre otros. El Bar Gema está ubicado en Insurgentes centro, exactamente enfrente del edificio en el que asesinaron al ex magistrado Polo Uscanga. Dadas las constantes denuncias y violaciones al reglamento se intentó cerrar este establecimiento y en distintas ocasiones quien aparece como su dueño, Juan Cerón, intentó sobornar a los verificadores que enviaba la delegación. Una noche y ante la advertencia del cierre, dijo: "Bueno ya qué quieren ¿quieren el acuerdo Jackson?" Y ante la sorpresa explicó que cuando Enrique Jackson fue delegado le cobraban más y más y más de mordidas, hasta que un día dijo que si queríamos seguir operando fuéramos a michas en las acciones del negocio. Y al preguntársele si seguía siendo su socio dijo que sí", informó Juan Cerón. El caso más grave que se ha detectado es el del lugar conocido como El Fondo Monetario Internacional. Es un antro de una violencia social muy fuerte. Es para menores de edad. En la planta baja venden cerveza, en el segundo piso venden mariguana y en el tercer piso venden heroína y hay espacio para sexo colectivo. Las escenas de este lugar son tremendamente crudas. "No se le ha podido cerrar porque en todos los casos que se ha intentado se ha podido detectar que cuentan con infiltrados y soplones dentro de la propia delegación que avisan de los operativos. Aquí el problema es que la orden para el operativo debe ser del mismo día. Y cuando se ha llegado o está cerrado o está completamente vacío, o están haciendo limpieza". Cumplan con la ley, se les pidió. Pero dijeron que no, que "eso es otra cosa, que por ahí no se iba a poder, que dijera la delegación de a cuánto y que se dejaran las pendejadas". La dueña del Cabaret Azteca dijo que con el PRI tenían un acuerdo muy bueno: "Le dábamos la mitad de los regalos para el día del niño y ya no teníamos problemas. Dígannos cuántos juguetes quieren". Se ha detectado también que los dueños de los antros desarrollan constantes intentos por corromper y cooptar para su causa a los funcionarios medios de la delegación. Algunos de los funcionarios que trabajaron en la delegación son ahora representantes legales de estos negocios. Por ejemplo, con el Grupo Titanium trabaja Eduardo de la Vega, quien fuera jefe de la Unidad Calificadora de Infracciones, en el periodo de Ismael Orozco Loreto. A este grupo también lo está asesorando quien fuera subdirector de Verificación y Reglamentos, que se llama Sergio Dávalos. El caso del antro El Bluch, fue el primer evento violento con que se enfrentó. Dos tipos con ametralladora y Aks recibieron a los verificadores en noviembre del 2000. El Bluch está en Vallarta 30, colonia Tabacalera. Con cuernos de chivo en mano acompañaron en todo momento a los verificadores. Otro de los que más ha absorbido atención es el denominado La Canción, en el Eje Central. Es del Grupo Titanium, de los hermanos Iglesias. La clausura fue en marzo. Y también hubo una resistencia fuertísima. Se les cerró el paso a los verificadores y los retuvieron durante varias horas dentro del lugar, amenazados con pistolas. Hubo golpes, amenazas de muerte. Y además se remitieron a 50 personas al Ministerio Público. Estaba incluso el hermano de Alejandro Iglesias, Adrián, quien ofreció a los verificadores cantidades de 70 a 80 mil pesos por hacer un reporte limpio y dejarlos en paz. No podían creer. "A nosotros nunca nos han tocado, nunca...", decían. En el caso del Keops el riesgo de una confrontación de altos niveles de violencia estuvo latente en todo momento. Los empleados estaban armados y al final se remitieron al Ministerio Público a cerca de 50 personas.
Expediente 1: ?Los ?zares? de la Cuauhtémoc?
Integrado por más de 60 cuartillas, en el expediente elaborado por las autoridades de la delegación Cuauthémoc se presenta de entrada una descripción de los principales personajes que controlan la vida nocturna en esa demarcación.
Expediente 2: ?Bar Gema, el Acuerdo Jackson?
"Un problema serio con el que se ha topado la delegación ha sido también la vinculación de los antros con políticos, periodistas y artistas", se indica en uno de los reportes internos de las autoridades relacionado con este problema. Y de manera específica se detalla el caso en el que aparece el nombre del quien fuera delegado en la Cuauhtémoc cuando el PRI aún estaba en Los Pinos, Enrique Jackson, actual coordinador de su bandada en el Senado de la República.
Expediente 3: ?El Fondo Monetario Internacional?
Un caso especial en esta delegación lo constituye el perímetro que se ubica alrededor del Tianguis del Chopo, en donde existen a la fecha alrededor de 50 establecimientos en los que se expende alcohol y drogas a menores de edad. Son establecimientos disfrazados de loncherías o tiendas pero acondicionados en sus traspatios para operar de manera ilícita.
Expediente 4: ?Ya déjense de hacer pendejos, ¿cuánto quieren??
A partir de enero empezaron a ofrecer dinero a las autoridades de la delegación. Cuando los dueños de los antros vieron que los verificadores no recibían dinero acudieron con las principales autoridades. Con la primera que fueron fue Lenia Batres. El primero en llegar fue el abogado del bar La Opulencia, que está en el centro. "Ya déjense de hacer pendejos, déjense de pendejadas, ¿cuánto van a querer?". Luego fueron los del grupo Titanium. Antonio Gress, luego de salir de la cárcel por hacer declaraciones falsas en el caso Lobohombo, se presentó en la delegación y fue con el subdirector de gobierno y con el entonces jefe de la Unidad Calificadora de Infracciones. Dijo casi lo mismo que el abogado de La Opulencia: "Sólo dígannos qué quieren que hagamos. Cuáles son sus reglas. De a cuánto hay que entrarle con ustedes. Sólo digan la cantidad y nos arreglamos".
Expediente 5: ?Los jueces?
Hay dos jueces con conductas particularmente curiosas. Son los que otorgan el mayor número de suspensiones de clausura. Una es la Juez Cuarta de Distrito, es la única que ha otorgado suspensiones definitivas y no sólo provisionales, sino que además con restituciones de actos de autoridad, lo que es inconstitucional. Ella ha dado cuatro suspensiones, en los casos de los bares Luxor, Madonas, Bananas y Mambo Yambo. El otro es un juez local del Tribunal de lo Contencioso Administrativo, de apellido Ancona, que ha dado cinco suspensiones a las clausuras.
Expediente 6: ?Operativos de alto riesgo?
Los operativos de clausura se han convertido en operativos de alto riesgo para empleados, para el público e incluso para los propios trabajadores, pues el riesgo de la confrontación violenta está latente en cada uno de ellos dado que todos los dueños de los antros tienen personal armado. Se calcula que en los 2 mil 700 antros que operan de manera ilegal o con violaciones al reglamento existe un "ejército de empleados nocturnos armados" conformado por alrededor de 20 mil personas.





