Logró la paz gracias a Dios

. (Foto: EVANGELINA HERNÁNDEZ/El Universal )
?Esta es la era del crecimiento emocional, tal vez no para todos pero hay mucha gente que está en ese camino?. Así con la certeza ser parte de ese grupo Jocelyn Arellano habla de cómo le hizo para encontrarlo. ?Desde niña me sentí a atraída por la lectura, creo que en ella buscaba otras formas de entender al mundo.? Luego, como ella misma describe, las pruebas difíciles de la vida la orientaron hacía la profundización interna de su ser. De origen cubano, con una licenciatura en mercadotecnia, apasionada de la fotografía como forma de expresión y madre de dos hijos, relata que un día sintió un gran vacío interno que la impulsó a iniciar la búsqueda de algo, aunque no tenía certeza de qué. ?A los 18 años viví una crisis emocional que me costó superar. Tuve un novio que quise mucho y me dejó, eso me impactó tanto que por primera vez entendí que el sufrimiento es lo que te lleva a buscar otras respuestas?. Luego comenta que un día platicando con el señor que hacía la limpieza en la universidad recibió un mensaje que la ha marcado en su vida ?ese hombre me dijo: Dios es más grande que cualquier problema que tu puedas tener?. Eso, asegura, fue un detonante en su búsqueda de Dios. ?Un Dios que no tenía que ver con la iglesia, un Dios que significaba algo muy profundo?. La vida de Jocelyn siguió su curso. Años después se casó, con demasiadas expectativas sobre el matrimonio. ?Un tiempo pensé que eso era la solución, aunque muy pronto me di cuenta que no era así y después de la separación entendí que tenía que empezar un trabajo conmigo?. Con esa certeza y con la plena seguridad de que fue la mejor decisión, relata que empezó tomando cursos de metafísica y de desarrollo personal. ?Ahí sentí que Dios era el camino, aprendí que la felicidad no dependía de nada que estuviera fuera de mi, sino en mi interior?. Algo muy importante en su vida ha sido la meditación, con esa práctica ?fantástica?, como ella misma le llama, aprendió a dejar de hacerle caso a todo el ?rollo? mental, a no escuchar su mente, en ocasiones obsesiva y negativa, y a desarrollar el silencio interno, que ayuda a descubrir otro nivel de consciencia. ?El silencio interno te lleva a comprender que tu eres algo más que tu manera de pensar y de sentir?. Como ella misma señala, de cada situación se puede aprender algo y ella tuvo una gran oportunidad en la prisión de Almoloya de Juárez, en donde además de dar cursos a los presos, practicó la paciencia y la tolerancia. ?En Almoloya la gente ya está sentenciada y sabe que no tiene forma de salir y al tener coartada su libertad física trabajaban en la libertad interna?. Después trabajó con personas en etapa terminal, principalmente enfermos de SIDA. ?En ambos grupos aprendió a estar consciente de que la vida es pasajera y de que la muerte está latente en todo momento?. En coordinación con Carmen de Sayve, han escrito dos libros, ?El encuentro con nuestro ser divino? y ?Una puerta hacía la luz?, ambos reflejan su aprendizaje espiritual y la forma en cómo abordan actualmente al mundo. Jocelyn, quien ahora, no busca, práctica, se dedica a compartir con otros seres sus conocimientos mediante la sanación de los cuerpos mental y espiritual. La intuición y el silencio interno son sus grandes aliadas. El contacto físico y la percepción del campo energético sus herramientas. Su satisfacción desbloquear de los cuerpos el apego, el dolor y el miedo.
El trabajo con grupos
?Desde el año 1992 empecé a dar cursos. Sentía la necesidad de compartir lo que estaba aprendiendo. Lo primero que impartí fue metafísica, meditación y tanatología?.
El trabajo de sanación
El ambiente que rodea a Jocelyn refleja que ha encontrado paz y estabilidad. El blanco prevalece. Cada detalle la describe como una mujer que vive en el aquí y en el ahora. De su hogar se puede decir mucho, pero más de calidez humana.





