Miden la ruta que conviene
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Octavio y su hijo Pepe salen del Metro Atlalilco, del lado de la Línea 8. Se dirigen a la misma estación, pero de la Línea Dorada. Caminan el largo transbordo, tan extenso como el del Metro La Raza.
“Voy a recorrer los trasbordos de Ermita y Atlalilco para ver cuál me conviene más por el tiempo”, dice el hombre que vive cerca del Metro Nopalera.
En esa estación hay un grupo de salsa ambientando esta nueva etapa de los llamados recorridos de familiarización; en Ermita, Zapata y Mixcoac también hay otros grupos de rock, metal, banda y ska.
El Metro que lleva a Carlos a Ermita llega. Aún no tiene nombre. En las cuatro transbordos hacen falta alumbrados, pulir pisos, colocar escaleras eléctricas, señalamientos, encender ventiladores... pero eso poco importa a la gente. Hacen lo más importante: medir el tiempo.
Como el matrimonio de Carlos y Marisela quienes subieron en la estación Periférico Oriente, transbordaron en Ermita y van al Centro Histórico. Aprovechan para conocer este que será su nuevo camino.
El Metro que lleva a las personas a Zapata lleva el nombre del ex secretario de Turismo, Antonio Enríquez Savignac. Ahí, los Ritmonkeys pusieron a bailar a las usuarios.
En el Metro Mixcoac, Guadalupe Sánchez llegó desde el Estado de México sólo para conocer la llamada Línea Dorada. La estación Tláhuac será su destino. La transportará el tren que lleva el nombre de la luchadora social Rosario Ibarra de Piedra.