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Autoridades de la delegación Álvaro Obregón demolieron dos casas (de más de 20 años de antigüedad), que tenían el riesgo de colapsarse debido a que sus cimientos presentaban afectaciones y deterioro, además de no estar hechos con materiales de calidad.

Los domicilios ubicados en avenida Centenario 2111 y 2113, en la colonia 2o Reacomodo Tlacuitlapa, comenzaron a agrietarse desde finales de noviembre de 2011.

Las familias que habitaban estas casas solicitaron a la delegación intervenir en el caso y, con ayuda de investigadores del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autonóma de México (UNAM) que durante más de seis meses realizaron varios estudios en las viviendas, se determinó demoler los inmuebles.

Erick Reyes, director General Jurídico y de Gobierno de la delegación, dijo que de no haber actuado a tiempo hubieran resultado afectados los dos carriles de avenida Centenario, 15 domicilios aledaños, la red de drenaje y de agua potable en la zona.

Y afirmó también que los estudios demostraron que no era necesaria la demolición de otras casas cercanas, aunque sí existen grietas en domicilios aledaños que los que las autoridades de la delegación “han estado al pendiente”.

Prevención de daños

“Es tan inminente la necesidad de derribar estos domicilios que, de no hacerlo, se podrían ver afectadas 15 casasmás, donde habitan poco más de 45 familias.

“Además que el gasto hubiera sido de 10 millones de pesos (pero fue de 350 mil pesos por los estudios y la demolición)”, señaló Erick Reyes.

Gabriela García, quien vivía en el número 2111, ha recibido cinco mil pesos mensuales por parte de la delegación para “ayuda en una renta mensual”; sin embargo, actualmente vive, junto a sus demás familiares, con uno de sus tíos.

Cuenta en entrevista que las cuarteaduras iniciaron en un cuarto y la cocina, las cuales se acrecentaron por toda la casa en sólo ocho días.

Ayer, durante el recorrido por las obras de mitigación, se pudo observar que las paredes y el piso de la casa estaban agrietados y desnivelados.

“Esta zona antes era una barranca. En 1985 pasó a ser un tiradero, y después terreno para casa-habitación”, señaló el director General Jurídico y de Gobierno de la delegación.

Agregó que después de la demolición se sacará la basura y el cascajo, después se rellenará la zona y, al finalizar, se determinará si se edifica otra construcción o se compra el terreno a las familias para usarlo como un parque.