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La barranca Río San Borja, delegación Álvaro Obregón, se ha convertido en un ejemplo de recuperación ambiental en el Distrito Federal, pues aquí donde antes había una montaña de basura de 15 metros, ahora existe un sembradío de plantas y hortalizas para consumo de la comunidad.

Este cultivo lo atiende desde 2009, cuando empezó el proyecto de rescate, el señor José Carmen Servín, a quien de vez en cuando le ha pegado en la cabeza una que otra bolsa de basura arrojada por los habitantes de la zona alta.

De aquí llegan a obtener alimentos decenas de habitantes de esta zona marginada de la delegación Álvaro Obregón, especialmente ancianos.

Cuando inició el proyecto de rescate de la barranca Río San Borja, decenas de camiones del servicio de limpia ayudaron a extraer toda la basura acumulada ahí desde tres décadas atrás.

Los vecinos también armaron brigadas para limpiar y colocar tierra especial para jardín, composta y una capa protectora para que el suelo con rastros de contaminación no dañara las hortalizas.

Sin embargo, a decir de José Carmen Servín, la gente empezó a desanimarse poco a poco hasta que un día lo dejaron solo, por lo que a él le resulta cada vez más difícil mantener en pie este sembradío.

José Carmen Servín dice que en la mayoría de las ocasiones es él quien tiene que poner de su bolsillo para comprar semillas y otros elementos para el cultivo, pues el puesto gubernamental que le prometieron en el trienio pasado no se concretó. “Así que ahí la vamos llevando con una pequeña ayudadita económica que me dan”.

“Yo no quisiera dejar el trabajo en esta barranca, para mí es un orgullo realizar esta labor, ver una barranca productiva, una barranca limpia”, manifestó.

Recientemente la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) recibió quejas ambientales por parte de los ciudadanos dado el estado de la barranca Río San Borja.

Por lo que hizo que la delegación Álvaro Obregón realizara labores de limpia. Sin embargo, según los pobladores, aún faltan más acciones porque, a pesar de que cada vez está más limpio, muchos vecinos no dejan de tirar desechos e incluso verter sus aguas negras.