En Cuautepec, cada temporada de lluvias puede llegar a ser sinónimo de riesgo, de pérdidas y de caos. El agua pluvial, que desciende en forma de arroyos desde las montañas de la Sierra de Guadalupe, es el peor enemigo de los pobladores de esa zona de la delegación Gustavo A. Madero (GAM). Los inunda, los vence, los desanima.

Para evitar esa situación que data de hace muchos años, desde que se inició con la invasión de la sierra, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) prepara un proyecto para introducir seis kilómetros de drenaje primario desde la zona norte, pues no existe, que evitaría inundaciones en la parte baja y ayudaría a conducir el agua a las entradas del Drenaje Profundo: las lumbreras cero del emisor central y 13 del interceptor oriente.

El proyecto va de los 55 millones a los 145 millones de pesos. Pero ese dinero, el SACM no lo tiene y no es su prioridad para este año, de acuerdo con Ramón Aguirre, director del organismo, quien explica que primero se buscará garantizar recursos para los proyectos existentes, concentrados en un “paquete de irreductibles” y si alcanza, financiará proyectos a desarrollar, como el de Cuautepec.

“Ese paquete de irreductibles lo vamos a pasar a la Asamblea, a la Secretaría de Finanzas y después, sobre ese dinero, lo que nos autoricen adicional, si nos autorizan dinero para hacer lo de Cuautepec, lo hacemos”, dice.

Según el funcionario, Cuautepec sólo sufre inundaciones cada dos años y “no se inunda tanto, en términos de que se inunde mucho, lo que pasa es que no tiene una infraestructura para soportar lluvias importantes”, señala.

Con cada inundación, los habitantes de la zona tienen que enfrentar la fuerza del agua que se desborda de las coladeras y los ríos Cuautepec y Maximalaco; es una corriente que se apodera de calles y casas; trae destrucción.

Y es que Cuautepec sólo tiene una entrada, estrecha, al drenaje profundo y otra está al final de la colonia Residenial Acueducto de Guadalupe.

“Esto significa que para las 36 colonias que tenemos en la parte alta, no tenemos manera de inyectar el agua al drenaje profundo, entonces toda el agua se sigue manteniendo en una especie de gran alberca, hasta que llega al punto de estos dos lugares y obviamente, tanta agua no puede entrar por un colector de un metro de diámetro. Toda esa agua llega a entrar, pero mientras entra se tarda cuatro o cinco horas según la lluvia”, detalla el jefe delegacional de Gustavo A. Madero, Víctor Hugo Lobo.

Aguirre afirma que el problema no es sólo falta de infraestuctura hidrálica, sino que ha habido obras viales y pasos peatonales que han restringido el cauce del río Cuautepec, además de que la basura tapa la escasas vías de escape de las aguas pluviales.

“Cuando llueve, bajan por el río cosas que uno no sospecha, como pueden ser ramas, un refrigerador, un colchón, madera y si lo que hay en el cauce son unos tubitos”, expone el ingeniero.

Zona de riesgos

Cuautepec es una cuenca formada entre los ríos Cuautepec y Maximalaco y la zona urbana ha crecido en los últimos años hacia lo alto de la Sierra de Guadalupe. Están ubicados por donde el agua siempre ha pasado y ésta reconoce su camino.

“El problema de GAM es uno muy elemental, muy sencillo, y a la vez complicado: es el punto final de todo el sistema hidráulico de la ciudad. En GAM tenemos los tres emisores, el Emisor Oriente, el Emisor Poniente y el Emisor Central. Todos llegan cargados del resto de la ciudad. Cuando ya llegan llenos de presión y con un volumen importante, el SACM decide no abrir con la intención de que ‘si yo te abro, te saco más agua, mejor te lo cierro’ y lo que sucede es que nos convierten en alberca”, dice Lobo.

Las colonias Palmatitla, Cuautepec de Madero, Jorge Negrete, Unidad Habitacional Solidaridad y Zona Escolar están ubicados en esa región y junto con Residencial Acueducto de Guadalupe, Guadalupe Ticomán, Candelaria Ticomán, La Purísima Ticomán, Santa María Ticomán, entre otras, están catalogadas por el SACM entre las 27 colonias más vulnerables frente a las inundaciones en el DF.

El plan de introducir drenaje en Cuautepec tiene un costo de alrededor 55 millones de pesos, pero se incrementa porque el proyecto también busca optimizar el funcionamiento del vaso regulador de Cuautepec, al que le falta desazolve y mantenimiento, y el cual contribuiría a acumular agua para que la capacidad del río Maximalaco no se rebase y no se desborde. Los vecinos han acusado que el jefe delegacional no invirtió el dinero suficiente en la limpieza de la zona, lo cual fue rechazado por el funcionario.

El proyecto ejecutivo del SACM está a la mitad y planean tenerlo listo a fin de año. También incluye limpieza de cauces y renivelación de puentes peatonales que reducen la capacidad de transportación de agua.

Paralelo a estos proyectos del SACM, la delegación Gustavo A. Madero ha empezado a realizar obras complementarias, con un presupuesto de 18 millones de pesos, para introducir colectores que lleven el agua al río de los Remedios, explica el delegado.

En el último lustro, Cuautepec ha sufrido cuatro inundaciones graves: el 18 de junio del 2006, el 27 de julio del 2007, el 30 de octubre del 2009, con cuatro muertes, y el 10 de julio de 2011, con dos personas muertas.

Parte de las obras que las autoridades pretenden realizar son peticiones que vecinos de la colonia Zona Escolar han hecho durante años, según las cartas que han enviado al gobierno.